Considero que los Médicos humanos muchas veces nos consideran como médicos de segunda o enfermeros calificados y esa percepción muchas veces sin querer la transmitimos por la forma de vestir y de expresarnos. Aunque la sotana no hace al monje, ciertamente influye. Muchos colegas no cuidan su imagen, tienen la bata sucia, llena de pelos, con salpicaduras de fluidos y además manejan términos como "le vamos a meter tal o cual medicamento"...en vez de decir administrar, o no explican las dosis en mg/kg a la hora de que una dosis despierte alarma en un propietario Médico.
En este tipo de propietario es importante de antemano explicarles las diferencias anatómicas, de especie, de fisiopatología y dosificación, de manera de no levantar suspicacias que generen cuestionamientos y por ende no aceptación del diagnóstico y compromiso con el tratamiento.
En resumen, luzca como un médico, hable como un médico si quiere ser tratado y respetado como un igual.