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FISIOPATOLOGIA DEL CHOQUE

FISIOPATOLOGIA DEL CHOQUE

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Observo con agrado que la Dra. Marcela Yeager se interesa en un tema por demás frecuente en la práctica clínica, así como por demás intrincado. Creo que para poder comprender el tema de Choque Séptico (el cual es en constante avance y renovación) debe uno fundamentarse en relación a Choque en general. Comparto una investigación bibliográfica en relación al tema, deseando sea de utilidad, en especial a la Dra. Yeager. Espero en los próximos días compartir el tema de Choque Séptico, ya desarrollado, pero no compatible con el formato de envió.

Horacio Mariño Munguía MVZ

Santiago de Querétaro â Querétaro - México

Conceptos & FISIOPATOLOGIA DEL CHOQUE

Horacio Mariño Munguía MVZ

 

Puntos Clave

⢠El choque es un fenómeno que se produce como consecuencia de la perdida del volumen circulante efectivo.

⢠La perdida significativa de volumen intravascular, o hipovolemia, produce una disminución en el transporte de nutrientes a la célula y una reducción en la eliminación de los productos de desecho.

⢠La administración de fluidos es la piedra angular de la terapia en pacientes con cualquier tipo de choque, a excepción de choque cardiogénico.

 

El término choque es empleado para denotar diversas condiciones. Estas incluyen la respuesta al paso de electricidad a través del cuerpo, el estado que sigue inmediatamente después de la interrupción en la conducción de la médula espinal, y la reacción de sorpresa ante las malas nuevas. En el contexto actual el término choque es definido como: «una anormalidad del sistema circulatorio, en la cual existe una inadecuada perfusión tisular debida a un inadecuado gasto cardíaco relativo o absoluto».

⢠Clínicamente, el choque es la vía final común de múltiples enfermedades y deberá ser contemplado como un síndrome o un agregado de signos asociados a cualquier proceso morboso, los cuales en conjunto constituyen el cuadro clínico de la enfermedad. El problema básico común en todas las causas de choque es la pobre perfusión tisular a partir de una baja o irregular distribución del aporte sanguíneo, la cual conduce a una disminución critica en el suministro de O2, o en el consumo tisular de O2, resultando en alterado metabolismo celular, muerte celular, e insuficiencia y colapso orgánico. El choque es un imbalance critico entre el suministro de O2 y nutrientes y los requerimientos tisulares, el cual puede ser una amenaza para la vida del paciente y progresar hacia la muerte de este.

 

FUNDAMENTO

⢠El agua representa aproximadamente el 60% del peso corporal. Dos tercios del agua son intracelulares y un tercio es extracelular. Un cuarto del agua extracelular es intravascular y tres cuartos son intersticiales. Estos compartimientos son separados a través de membranas que son libremente permeables al agua. El agua se mueve entre estos compartimientos bajo la fuerza de las presiones hidrostática y osmótica.

⢠El líquido extracelular comprende sangre y líquido intersticial, este último fuera del compartimiento vascular. El (i) líquido cefalorraquídeo, (ii) el líquido gastrointestinal, (iii) la linfa, (iv) la bilis, (v) la secreciones glandulares y respiratorias, además del (vi) líquido sinovial, se encuentran en equilibrio con otros líquidos extracelulares, pero estos son contenidos en compartimientos especializados tales como el lumen del tubo digestivo o espacios articulares. Estos líquidos no son trasudados de plasma, sino que son producidos por la acción de células específicas y en consecuencia se denominan líquidos transcelulares.

Los espacios de líquidos corporales se han concebido desde el punto de vista anatómico en relación con el endotelio vascular y la membrana celular, estos como márgenes del espacio vascular y el compartimiento del líquido extracelular, respectivamente. Desde el punto de vista funcional, los espacios de líquidos corporales se conciben de manera más correcta como volúmenes de agua y electrolitos en equilibrio dinámico, esto debido a que líquidos e iones atraviesan estas membranas limitantes semipermeables.

⢠Los líquidos se encuentran en un estado de flujo constante a través de las barreras celulares y endoteliales capilares, viajando a través del intersticio, entre los compartimientos intracelulares e intravasculares. La cantidad de líquido que se mueve fuera de los capilares hacia el espacio intersticial depende de diversos factores incluyendo: (i) presión coloido-osmótica, (ii) presión hidrostática y (iii) permeabilidad capilar. Una alteración en cualquiera de estos factores puede producir una distribución inadecuada de oxígeno a la célula y una disminución significativa en la producción de ATP.

⢠A nivel microscópico, la reducción en la producción de ATP produce una interrupción en el transporte de solutos a través de la membrana. Esto produce un cambio osmótico no regulado, el cual causa una perdida en la integridad de la membrana y la posible ruptura celular. La formación nuclear de proteínas se suspende, la contracción del músculo cardiaco decae y las sinapsis neurológicas fallan.

⢠Las bombas de iones de la membrana celular regulan el agua intracelular, manteniendo la integridad de la célula y la función de los organelos. Gracias al transporte activo de iones, la diferencia en la concentración de solutos en ambos lados de la membrana crea un gradiente osmótico. La función celular depende fuertemente en la eficiente función de las bombas. La principal bomba de transporte activo de solutos a través de la membrana celular es la bomba sodio-potasio. Asimismo las bombas de iones regulan la concentración intracelular de calcio (Ca), hidrógeno (H), cloro (Cl), magnesio (Mg), glucosa y aminoácidos. Estos sistemas de transporte de membrana existen en las células de todos los órganos y necesitan de energía para su funcionamiento.

⢠La descomposición del adenosin-trifosfato (ATP) proporciona la energía necesaria para el intercambio de iones a través de la membrana. Durante el metabolismo aeróbico se producen 38 moléculas de ATP por cada molécula de glucosa, mientras que durante el metabolismo anaeróbico se produce lactato y solamente 2 moléculas de ATP.

⢠El oxigeno es transportado por la hemoglobina hacia los capilares, mientras que la glucosa es transportada desde el espacio intravascular hacia la célula a través de un medio liquido. Normalmente el oxigeno se difunde con gran facilidad a través de la membrana capilar hacia las células, la mayoría de las cuales se encuentran a menos de 50 micras de un capilar.

⢠El conducto para el transporte de líquidos es el sistema vascular. El corazón actúa como la bomba del conducto, mientras que la función primordial del sistema vascular es la distribución de oxigeno y glucosa a los tejidos. La distribución de oxigeno depende del producto del flujo arterial y el contenido arterial de oxigeno. La concentración de hemoglobina y su curva de disociación son los principales determinantes del contenido arterial de oxigeno.

 

Composición del Liquido Extracelular & Intracelular (mmol)

Elemento

Liquido extracelular

Liquido intracelular

Na+

145

12

K+

4

140

Ca2+

2.5

4

Mg2+

1

34

Cl-

110

4

HCO3-

24

12

HPO42- â HPO4-

2

40

Proteína

15

50

Síncope (choque neurogénico)

Sepsis (asimismo causa hipovolemia, debido al incremento en la permeabilidad capilar, con pérdida asociada de fluidos dentro de los tejidos)

Algunas definiciones inherentes al tema son como a continuación. Isquemia: deficiencia del aporte sanguíneo a una zona, debida esta a (i) constricción funcional u (ii) obstrucción mecánica de algún(os) vaso(s) sanguíneo(s). Anoxia: ausencia de aporte de oxigeno a un tejido, la cual puede resultar a partir de la interrupción en el aporte sanguíneo, no obstante a una perfusión adecuada. Hipoxia: reducción en el suministro de oxigeno a los tejidos, este por debajo de los niveles fisiológicos, no obstante a una perfusión tisular adecuada. Hiperemia: exceso de sangre en una región.

⢠Las consecuencias fisiopatologícas de la inadecuada perfusión tisular son directamente relacionadas a la (i) isquemia celular, al (ii) inadecuado suministro de O2 y a la (iii) producción de mediadores pro-inflamatorios por parte del huésped. La hipoxia es el factor clave que causa el daño celular por isquemia.

⢠La mayoría de las células deprivadas de O2 se tornan temporal o permanentemente dañadas dentro de un periodo de 5 a 10 minutos, e irreversiblemente dañadas dentro de un periodo de 15 a 20 minutos. La inadecuada oxigenación tisular altera la fosforilación oxidativa en la mitocondria, conduciendo a depleción de ATP, metabolismo anaeróbico y acumulación de ácido láctico. La disminución en el ATP reduce la actividad energía-dependiente de las bombas de la membrana celular, incluyendo las bombas de sodio (Na), potasio (K) y calcio (Ca), resultando en un incremento en la concentración intracelular de Na y Ca, con la consecuente tumefacción celular. La ininterrumpida tumefacción celular destruye la matriz intracelular, conduciendo a ruptura de las vesículas lisosomales, las cuales contienen reactivos celulares y enzimas destructoras tales como: elastasa, catepsina, colagenasa, fosfolipasa-A2, fosfolipasa-C y mieloperoxidasa.

⢠La hipoxia e hipoperfusión tisular predisponen a una acumulación intracelular de Ca, y consecuentemente a un ciclo intracelular anormal del elemento, lo cual se especula sea la fuerza directriz en la insuficiencia celular y orgánica. Posterior a los esfuerzos de reanimación se produce reperfusión tisular y sobrecarga de Ca intracelular (paradoja del Ca), esto último causado por la alteración en la membrana celular a través del proceso de extrusión del Ca, alterando el mecanismo de intercambio Na-Ca, facilitando así la entrada de Ca a través de las «fisuradas» membranas celulares, además de un inadecuado mecanismo en el almacenaje intracelular del elemento. El incremento en el calcio intracelular activa a las proteinasas, lipasas y fosfolipasas intracelulares, lo cual contribuye a la inactivación y destrucción de los sistemas enzimáticos homeostáticos intracelulares.

⢠La pérdida de la homeostasis celular es eventualmente mostrada a través de una distribución de electrolitos intracelulares similar a aquella del fluido extracelular, con un incremento en la concentración intracelular de Na, cloruros y agua, además de una disminución en la concentración intracelular de K y Mg. La isquemia tisular conduce a la producción y acumulación de hipoxantinas (un producto de la escisión del ATP), y a la conversión de xantina-dehidrogenasa a xantina-oxidasa, esta última una de las enzimas responsables en la producción de radicales libres derivados del oxigeno.

⢠El oxido nítrico (NO) es un radical libre gaseoso producido a través de las formas constitutivas (cNOS) e inducibles (iNOS) del oxido nítrico sintetasa. El NO es el mediador biológico clave en los nervios centrales y periféricos, además de en las células endoteliales vasculares. NO producido a través de cNOS presenta un amplio rango de funciones fisiológicas. En el sistema nervioso central, NO media la memoria a largo plazo, modifica la percepción del dolor y controla el aporte sanguíneo cerebral. En la periferia, NO es producido a través de nervios no-adrenérgicos no-colinérgicos, actuando como un neurotransmisor para la relajación del músculo liso en vasos, tractos gastrointestinal y urogenital, además de en las vías aéreas.

⢠NO presenta importantes papeles reguladores (i) en la dinámica cardiovascular, (ii) en la inmunomodulación, (iii) en la defensa antimicrobiana, (iv) en la adhesión leucocitaria, (v) en la función enzimática plasminogeno-activador, además de (vi) actividad fibrinolítica y trombolítica. Este asimismo (vii) regula la liberación de renina y (viii) la homeostasis del Na y el agua, en consecuencia, siendo importante en la modulación del volumen vascular. iNOS normalmente es irrelevante durante condiciones basales, pero este es producido en grandes cantidades a través de neutrófilos, macrófagos, células musculares lisas vasculares y condrocitos, esto posterior a exposición a agentes que lo inducen, tales como endotoxina bacteriana (lipopolisacarido), citocinas (factor de necrosis tumoral, IL-1, IL-6) y diversas substancias pro-inflamatorias (p.e. bradicinina, histamina, prostaglandinas).

⢠Durante el choque (especialmente traumático, séptico o endotoxico), NO y adrenomedulina son producidas a través de las células musculares lisas vasculares, resultando en vasodilatación, hipotensión e hipo-reactividad vascular. NO puede ser el ampliamente hipotetizado factor depresor de miocardio asociado con sepsis e hipoxia.

⢠El daño por reperfusión consiste en el daño y disfunción celular que sigue a la reanimación y restablecimiento del aporte sanguíneo, esto posterior a un período variable de isquemia parcial o completa. Algún grado de daño por reperfusión es probable en cualquier paciente sujeto a un período variable de hipotensión, arresto circulatorio completo o pobre perfusión tisular, todo esto posterior a una exitosa reanimación. Cortos periodos de isquemia o pobre perfusión tisular, generalmente resultan en hiperemia tisular u orgánica, posterior a que el aporte sanguíneo sea restablecido. La amplitud y duración de la hiperemia son determinadas por la duración y severidad de la isquemia, siendo primariamente gobernadas por la producción de productos vasodilatadores producidos localmente (K, H, NO, adenosina y adrenomedulina). Periodos de isquemia completa o severa (menos del 20% del aporte sanguíneo normal) que sean superiores a los 5 minutos, producen una serie de eventos consistentes en al menos uno de estos cuatro componentes: (i) insuficiente perfusión, (ii) daño por re-oxigenación, (iii) producción de metabolitos y enzimas autodestructivas y (iv) alteración en la coagulación y trombolisis.

⢠Las consecuencias del daño por reperfusión incluyen desigual distribución del aporte sanguíneo hacia los lechos capilares e hipoxia tisular focal. Los factores que pueden ser responsables en el inicio de la desigual distribución son: (i) trombosis de la microvasculatura, (ii) «taponamiento» de los capilares a través de leucocitos, (iii) tumefacción de las células musculares lisas vasculares capilares, (iv) hemoconcentración intravascular, (v) incremento en la viscosidad sanguínea en la microvasculatura, (vi) incremento en la resistencia post-capilar y (vii) edema intersticial inducido a través de compresión extravascular.

⢠La formación de oxidantes citotóxicos (anion superoxido, peroxido de hidrógeno, radical hidroxilo), derivados a partir de la acción de la xantina-oxidasa sobre el oxigeno molecular (O2), posterior al restablecimiento del aporte sanguíneo tisular, puede ser la consecuencia aguda más severa de la isquemia-reperfusión asociada con choque y su terapia. Los antioxidantes fisiológicos endógenos de radicales libres (superoxido dismutasa, catalasa, glutation peroxidasa), «atrapan» radicales libres derivados del oxigeno. Sin embargo, la función de estas enzimas es marcadamente alterada durante periodos de isquemia y son desbordadas cuando los tejidos son reperfundidos con O2.

 

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PARTE 2

Consecuencias de la Isquemia / Hipoxia y Reperfusión Tisular

·Disminución en la producción de ATP y perdida de los procesos celulares dependientes de energía

·Alteración de los procesos dependientes de energía (bombas de membrana) resultando en acumulación intracelular de Na y Ca

·Edema celular

·Depresión o perdida de enzimas anti-oxidantes

·Acumulación de neutrofilos en los vasos isquemicos y daño neutrofilo-iniciado (paradoja de los neutrofilos)

·Perdida de la homeostasis intracelular del Ca y acumulación de Ca (paradoja del calcio)

·Producción de radicales libres derivados del oxigeno (paradoja del O2)

·Producción de citocinas (TNF, IL & PAF)

·Perdida de la integridad vascular y hemorragia dentro de los tejidos

· Función orgánica anormal (p.e. reducido metabolismo hepático, reducida función tubular renal, arritmia cardiaca)

 

⢠Durante la reperfusión, el anion superoxido es producido a través de la activación de la fosfolipasa, esto por medio del incremento en el Ca intracelular y el metabolismo oxidativo del ácido araquidonico derivado de la membrana celular, todo esto en conjunción a la enzima oxidante-generadora xantina-oxidasa. El anion superoxido, en presencia del metal en transición ferrico (derivado de la ferritina), a su vez genera los potentes oxidantes peroxido de hidrógeno y radical hidroxilo. Una gran cantidad de xantina-oxidasa (producida en el hígado e intestino hipoperfundido, y liberada a la circulación durante la reperfusión), es implicada como la principal fuente de disfunción y daño tisular remoto, incluyendo depresión del miocardio.

⢠Los radicales libres derivados del oxigeno son asimismo producidos en la mitocondria de macrófagos y neutrofilos activados, esto a través de metabolitos tisulares isquemicos. Los macrófagos activados elaboran TNF, IL-1, IL-6 e IL-8, las cuales inducen a los neutrófilos a producir más radicales libres derivados del oxigeno y promover la expresión de factores adherentes en neutrófilos, lo cual incrementa su adhesividad, marginación, extravasación y ruptura en la microvasculatura venosa post-capilar. Estos factores contribuyen a la liberación de arsenicales citotóxicos, resultando en una mayor destrucción tisular.

⢠La producción de TNF e ILâs induce actividad pro-coagulante, la liberación de prostaglandinas estimula la conversión de xantina-dehidrogenasa a xantina-oxidasa, exacerbando la producción de radicales libres derivados del oxigeno y la respuesta inflamatoria. Las moléculas O2 reactivas alteran la función celular, inactivan las funciones de las bases proteicas de membrana celulares (receptores), e induce peroxidación lípidica, resultando en destrucción de la membrana celular. La generación y reacción secundaria del NO con el anion superoxido, resulta en la producción del anion peroxinitrito.

⢠La actividad oxidativa del peroxinitrito es mediada por el ácido peroxinitroso, siendo el peroxinitrito el responsable de la destrucción de enzimas celulares, macro-moléculas y lípidos. El resultado final es: (i) perdida de la función de la mitocondria, (ii) inactivación de las bombas celulares de membrana, (iii) producción de prostaglandinas pro-inflamatorias, (iv) destrucción de agentes tenso-activos pulmonares, (v) daño oxidativo sobre el DNA y (vi) apoptosis.

 

Orígenes y Consecuencias de las Sustancias Inflamatorias en Choque

Histamina

·A partir de las células cebadas durante las reacciones antígeno-anticuerpo (p.e. rinitis alérgica, inflamación cutánea, asma, artritis reumatoide)

Bradicinina (el sistema calicreina-cinina-cininogeno)

·A partir de multiples tipos celulares y la calicreina

·Dolor, vasodilatación y edema

Serotonina (5-hidroxitriptamina)

·Brococonstricción

·Agregación plaquetaria

·Incremento en la permeabilidad

Prostaglandinas

·E2 (vasodilatación, eritema, hiperalgesia y edema)

·F2a (vasoconstricción)

Tromboxano A2

·Vasoconstricción

· Agregación plaquetaria

·Fisura de las membranas lisosomales

Leucotrienos C4, D4 y E4

·Broncoconstricción

·Vasodilatación

·Incremento en la permeabilidad vascular

·Cardiodepresión

Factor de necrosis tumoral (TNF)

·Estimulación de mediadores inflamatorios y citocinas

·Producción de adrenomedulina

·Vasodilatación

·Depresión del miocardio

·Incremento en la permeabilidad capilar

·Edema

·Coagulación intra-vascular diseminada

Factor activador de plaquetas (PAF)

·A partir de la mayoría de las células inflamatorias, endotelio vascular y plaquetas

·Efectos pseudo-asma

·Vasodilatación

·Incremento en la permeabilidad vascular

Endotelinas

·Vasocostricción

·Incremento en la permeabilidad capilar

·Edema tisular

Oxido nítrico (NO)

·Vasodilatación

·Hipotensión

· Incremento en la permeabilidad capilar

·Producción de radicales libres derivados del oxigeno

Radicales libres derivados del oxigeno

·Producción de peroxinitrito y ácido peroxinitroso

·Destrucción de membranas

·Lisis celular

 

⢠Simultanea con estos cambios, es la activación de la cascada del complemento, la cual inicia coagulación intra-vascular, consumo de los factores de la coagulación y fibrinolisis, lo que ultimadamente contribuye a coagulación intravascular diseminada (DIC). Derivaciones arteriovenosas ocurren temprano en pacientes con septicemia o choque endotoxico, además estas se desarrollan en las fases tardías de todas las formas de choque. El desarrollo de derivaciones arteriovenosas, puede ser causado por la producción de iNO y adrenomedulina, pudiendo ser la causa principal de la inadecuada distribución del aporte sanguíneo en sepsis y choque endotoxico. El desarrollo temprano de estas derivaciones, puede ser la razón primaria para la rápida progresión e irreversibilidad del choque en múltiples pacientes con septicemia o endotoxemia.

 

COMPLICACIONES CLINICAS

⢠La isquemia o la hipoxia intestinal, aún durante periodos cortos, resulta en la producción y liberación de potentes constrictores del músculo liso vascular (endotelinas) y de citocinas multi-funcionales, las cuales en conjunto afectan a los sistemas neuroendrocrino, pulmonar, cardiaco y renal, además de las funciones viscerales, produciendo constricción del músculo liso vascular intestinal. La hipoxia gastrointestinal activa a los leucocitos, promoviendo necrosis epitelial y desintegración de la lamina propria, propiciando hemorragia y ulceración. El resultado final es filtración transcapilar de fluidos y edema intersticial, lo cual causa diarrea, una complicación clínica común en la resucitación posterior a choque traumático, hipotensivo o hipovolémico, incluyendo hemorragia severa. Las consecuencias adicionales incluyen: (i) incremento en la permeabilidad capilar, (ii) perdida de proteínas y volumen plasmático, (iii) además de la producción y liberación de xantina-oxidasa hacia la circulación sistémica.

⢠La perdida de la barrera protectora intestinal facilita la translocación bacteriana, predisponiendo al paciente a endotoxemia y septicemia. La absorción de endotoxina, frecuentemente dispara la producción masiva de citocinas pro-inflamatorias resultando en SIRS.

⢠Fiebre, hipotermia, taquicardia y leucocitosis o leucopenia, son en la actualidad considerados como criterio diagnostico para SIRS, independientemente de sí sepsis es o no presente. Un diagnostico de SIRS implica la producción de una gran cantidad de citocinas pro-inflamatorias, la activación del sistema complemento y el sistema de la coagulación. Estos componentes son colectivamente llamados como «síndrome de post-resucitación», el cual es un termino empleado para describir a múltiples pacientes que responden a una agresiva terapia inicial y que desarrollan insuficiencia multiorgánica progresiva posterior al tratamiento durante el periodo de hospitalización. Para enfatizar el inicio temprano de la disfunción orgánica, el término síndrome de insuficiencia multiorgánica (MOF) ha sido propuesto para describir a pacientes con trauma múltiple, severa pérdida sanguínea o síndromes inflamatorios agudos (p.e. pancreatitis aguda).

 

RESPUESTAS COMPENSATORIAS

⢠La disminución en la perfusión tisular y la extracción de O2 sanguíneo, dispara una serie de respuestas compensatorias con el fin de restablecer el aporte sanguíneo tisular normal. Las respuestas compensatorias implican mecanismos de defensa neuronales y hormonales, los cuales incluyen pero no están limitados a; (i) activación del axis neuro-adrenal, particularmente la rama simpática del sistema nervioso autónomo, liberando sustancias neuro-hormonales (angiotensina, renina, aldosterona, vasopresina, epinefrina, hormona adrenocorticotropa, cortisol), (ii) producción y liberación de autocoides (histamina, bradicinina, serotonina, prostaglandinas), además de (iii) la activación del sistema inmune y (iv) las cascadas del ácido araquidonico y el complemento.

⢠La magnitud en la cual estos mecanismos son eficaces para el adecuado restablecimiento del suministro de O2, corrigiendo su déficit y proveyendo de un adecuado sistema de defensa, depende en la causa y severidad del insulto primario. La hemorragia moderada (perdida sanguínea de 30 a 50 ml/kg) produce alteraciones hemodinámicas que (i) redistribuyen el aporte sanguíneo hacia los órganos vitales, (ii) incrementa la frecuencia cardiaca, (iii) produce vasoconstricción y (iv) desvía los fluidos del espacio intersticial hacia el espacio vascular. Un paciente sin tratamiento puede deteriorarse en pocas horas, pero generalmente responde adecuadamente a la terapia moderada con fluidos cristaloide (20 a 40 ml/kg) o coloide (10 a 20 ml/kg), constituyendo esto un choque reversible. En contrate, un paciente con hemorragia severa (perdida sanguínea superior a 60 ml/kg) o choque agudo por septicemia, puede deteriorarse rápidamente (de minutos a pocas horas) y puede no responder a la terapia de fluidos u otras terapias complementarias específicamente dirigidas, constituyendo esto un choque irreversible, particularmente sí la hemorragia no puede ser detenida o la terapia de fluidos es inadecuada o retardada.

⢠Independientemente de la causa funcional que propicie el choque, es importante comprender la respuesta a la hipoxia, esto con el fin de apreciar el deterioro celular subsecuente. El incremento en la actividad del sistema nervioso simpático central y periférico, combinado con la liberación de norepinefrina y epinefrina a partir de la medula adrenal, produce alteraciones hemodinámicas características del estado de estrés. La frecuencia cardiaca, la contractibilidad del miocardio, el gasto cardiaco y el tono vasomotor arterial y venoso, se incrementan en respuesta a la mayoría de las causas de choque, con excepción del choque séptico, en el cual la resistencia vascular periférica inicialmente puede disminuir. El incremento en el tono vasomotor venoso y arterial, incrementan la resistencia vascular pulmonar y sistémica, el consumo de O2 a partir del miocardio y el trabajo de este, además de reducir el gasto cardiaco en un corazón débil o insuficiente.

⢠Durante las etapas iniciales del choque, la constricción arterial y venosa puede auxiliar a sostener o incrementar la presión sanguínea arterial media y mantener la perfusión tisular. En múltiples pacientes en choque, la contracción esplénica incrementa el volumen sanguíneo y produce hemoconcentración. La constricción arterial puede disminuir el gasto cardiaco (particularmente en pacientes con insuficiencia cardiaca), además del aporte sanguíneo esplénico y renal, mientras que el aporte sanguíneo coronario y cerebral es inicialmente mantenido.

⢠La reducción severa en el gasto cardiaco reduce el aporte sanguíneo cerebral y coronario, resultando en reducido trabajo cardiaco. Sí el gasto cardiaco no es retornado a la normalidad, o a valores supra-normales, acidosis láctica y producción y liberación de factores tisulares locales (adenosina, NO, adrenomedulina), producen dilatación arterial, promueven hipotensión y estancamiento vascular, y reducen aún más el volumen sanguíneo efectivo, esto dada la perdida trans-vascular (capilar) de agua, electrolitos y proteínas hacia el intersticio.

⢠Resumiendo, la interrelación entre diversos procesos hemodinámicos, humorales, hormonales, neuroendocrinos y citotóxicos, activados a través de la disminución en la perfusión tisular y el suministro de O2, es responsable de los cambios compensatorios que ocurren durante el choque, y que ultimadamente resultan en la supervivencia o en la muerte del paciente. La exitosa terapia depende en el retorno del suministro de O2 a la normalidad, esto a través del restablecimiento del aporte sanguíneo tisular, además de la presión y volumen sanguíneo a valores fisiológicos o supra-fisiológicos.

 

CHOQUE HIPOVOLEMICO

⢠El choque hipovolémico es causado por disminución en el volumen sanguíneo circulante relacionado a (i) hemorragia interna o externa, (ii) vomito, (iii) diarrea, (iv) deshidratación, (v) traumatismo, (vi) quemaduras y (vii) diuresis masiva (ocasionalmente). Los signos clínicos dependen en la cantidad y tasa de perdida sanguínea o de fluidos. La mayoría de los pacientes demuestran una respuesta fisiológica significativa cuando el volumen sanguíneo o plasmático se reduce en al menos el 25% (aproximadamente 10 a 15 ml/kg).

⢠Hemodinámicamente, el choque hipovolémico es caracterizado a través de una disminución en el gasto cardiaco, en la presión arterial sanguínea media y en la presión venosa central. La frecuencia cardiaca y la resistencia vascular periférica se incrementan. Las membranas mucosas se tornan frías y pálidas (de rosáceas a blancas). La producción urinaria disminuye. El suministro de O2 disminuye. El consumo de O2 puede ser normal o incrementarse, dado el estado de estrés y la activación del sistema nervioso simpático. La extracción de O2 a partir del aporte arterial se incrementa, y la presión parcial de O2 en la sangre venosa disminuye.

⢠Clínicamente el choque hipovolémico es caracterizado por: (i) hipotensión, (ii) pulso filiforme rápido, (iii) piel fría, pálida y acartonada, (iv) sed intensa, (v) respiración rápida e (vi) inquietud o alternativamente letargo. El volumen urinario es marcadamente disminuido. Sin embargo, ninguno de estos hallazgos es invariablemente presente.

⢠El choque hipovolémico es comúnmente subdividido en categorías en base a la causa. El uso de términos tales como: choque hemorrágico, choque traumático, choque quirúrgico y choque térmico es de algún beneficio, dado que aunque existen similitudes entre estas diversas formas de choque, asimismo existen importantes características que son únicas en cada tipo.

⢠En el choque hipovolémico, y en otras formas de choque, la inadecuada perfusión hacia los tejidos conduce a un incremento en la glicolisis anaerobica, con producción de grandes cantidades de ácido láctico. La acidosis láctica resultante deprime el miocardio, la respuesta vascular periférica a las catecolaminas y puede ser lo bastante severa para causar coma.

⢠Múltiples reacciones compensatorias entran en juego para defender el volumen del fluido extracelular. La gran cantidad de reacciones que están implicadas indican la importancia del mantenimiento del volumen sanguíneo para la supervivencia.

⢠Una disminución en la presión pulsátil o en la presión arterial media, disminuye el número de impulsos ascendentes hacia el cerebro a partir de los barorreceptores arteriales, dando como resultado un incremento en la descarga vasomotor. La vasoconstricción resultante es generalizada, salvo los vasos del cerebro y corazón.  Los vasos coronarios se dilatan dado el incremento en el metabolismo del miocardio, secundario este a un incremento en el ritmo cardiaco. La vasoconstricción en la piel explica su gélidez y palidez, mientras que la vasoconstricción en los riñones explica el descenso en la función renal.

 

Reacciones Compensatorias Activadas a Través de la Hipovolemia

·Vasoconstricción

·Taquicardia

·Venoconstricción

·Taquipnea ® Incremento en el bombeo toráxico

· Inquietud ® Incremento en el bombeo músculo-esquéletico (en algunos casos)

·Incremento en el movimiento del fluido intersticial hacia los capilares

·Incremento en la secreción de vasopresina

·Incremento en la secreción de glucocorticoides

·Incremento en la secreción de eritropoyetina

·Incremento en la secreción de renina y aldosterona

·Incremento en la síntesis de proteínas plasmáticas

 

⢠La respuesta cardiaca inmediata a la hipovolemia es taquicardia. Con una más extensa pérdida de volumen, la taquicardia puede ser reemplazada por bradicardia, mientras que con una hipovolemia aún más severa la taquicardia reaparece.

⢠La vasoconstricción en los riñones reduce la filtración glomerular. Esto reduce la pérdida de agua, sin embargo, se alcanza un punto en donde los productos nitrogenados del metabolismo se acumulan en la sangre (azotemia prerrenal). Sí la hipotensión es prolongada, puede existir severo daño tubular renal, conduciendo a falla renal aguda.

⢠La caída en la presión sanguínea y la disminución en el potencial de transporte de  O2 sanguíneo (debida a la pérdida de células rojas) resulta en estimulación de los quimiorreceptores carótidos y aórticos. Esto no solo estimula la respiración, sino que asimismo incrementa la descarga vasoconstrictora. En la hipovolemia severa, la presión es tan baja que no existe mayor descarga a partir de los barorreceptores carótidos y aorticos. Bajo estas circunstancias, sí la descarga aferente a partir de los barorreceptores, vía los nervios carótidos sinusales y el vago, se detiene, existe una caída paradójica ulterior en la presión sanguínea.

⢠La hipovolemia causa un marcado incremento en los niveles circulantes de las hormonas presoras (i) angiotensina II, (ii) epinefrina, (iii) norepinefrina y (iv) vasopresina. Asimismo la secreción de ACTH se incrementa, además, tanto la angiotensina II como la ACTH causan un incremento agudo en la secreción de aldosterona. La resultante retención de Na+ y agua ayuda a la re-expansión del volumen sanguíneo.

 

Consecuencias De La Inadecuada Distribución Del Flujo SanguíneoTracto gastrointestinal

· Micro y macro ulceración

· Isquemia intestinal

· Translocación bacteriana

Hígado

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PARTE 3

 

Consecuencias De La Inadecuada Distribución Del Flujo SanguíneoTracto gastrointestinal

· Micro y macro ulceración

· Isquemia intestinal

· Translocación bacteriana

Hígado

· Extraordinaria capacidad de las células de Kupfer para eliminar las bacterias portales del tracto gastrointestinal

· Colestasis / Colecistitis

· Disminución del volumen venoso al corazón

Páncreas

· Isquemia

· Liberación de factores depresores del miocardio

Riñones

· Derivación de sangre corticomedular a las neuronas yuxtaglomerulares

· Oliguria

·  Disminución de la función del túbulo renal proximal

Pulmones

·  Derivación microcirculatoria, alteración en la difusión de oxígeno y CO2

 

⢠Dependiendo ampliamente de la severidad del choque, algunos pacientes mueren tempranamente, antes del inicio de la hipovolemia,  mientras que otros se recobran conforme los mecanismos compensatorios restauran gradualmente la circulación hacia la normalidad.

⢠En un grupo intermedio de pacientes el choque persiste por horas y gradualmente progresa. Estos habitualmente alcanzan un estado en el cual no existe mayor respuesta a las drogas vasopresoras y, en el cual aún si el volumen sanguíneo es retornado a la normalidad, el gasto cardíaco permanece deprimido. Esta condición es conocida como choque refractario y asimismo ocurre en otras formas de choque. El término ha sido empleado para nombrar al choque irreversible, y los pacientes mueren a pesar de un tratamiento enérgico. Sin embargo, más y más pacientes (humanos) son salvados conforme la comprensión de los mecanismos fisiopatólogicos se incrementa y el tratamiento es mejorado. Por lo tanto, al parecer, choque refractario es un término más apropiado.

⢠Diversos factores parecen tornar al choque refractario. Los esfínteres precapilares se encuentran constreñidos durante varias horas, sin embargo posteriormente se relajan, mientras que las venulas postcapilares permanecen constreñidas. Por lo tanto, la sangre fluye hacia los capilares y permanece ahí.

⢠Diversos mecanismos de retroalimentación positiva contribuyen al estado refractario. Por ejemplo, la isquemia cerebral deprime la descarga vasomotora y cardiaca, causando descenso en la presión sanguínea y tornando más severo el estado de choque. Esto a su vez causa una mayor reducción en el aporte sanguíneo al cerebro. Adicionalmente, el aporte sanguíneo al miocardio se reduce en el choque severo. La falla del miocardio torna la acción de bomba del corazón menos efectiva, y en consecuencia, conduce al deterioro en el estado de choque y a un descenso adicional en el aporte sanguíneo al miocardio.

⢠El choque hemorrágico es probablemente la forma de choque hipovolémico más detalladamente estudiada, dado que este es fácilmente producido en animales experimentales. Con una hemorragia moderada (5-15 ml/kg de peso corporal), la presión del pulso se reduce, pero la presión arterial media puede permanecer normal. Con una hemorragia más severa, invariablemente, la presión sanguínea desciende. Posterior a la hemorragia, la proteína plasmática perdida por el sangrado es gradualmente reemplazada por medio de la síntesis hepática, y la concentración de proteína plasmática retorna a la normalidad en 3-4 días. El incremento en la eritropoyetina circulante incrementa la formación celular de células rojas, pero toma de 4-8 semanas restaurar el conteo celular a la normalidad.

⢠El choque traumático se desarrolla cuando existe un severo daño al músculo y/o hueso. El sangrado dentro de las áreas dañadas es la principal causa de este tipo de choque. La cantidad de sangre que puede ser perdida dentro del sitio de daño, la cual al parecer es relativamente menor, puede ser considerable. Por ejemplo, los músculos del muslo pueden almacenar 1 litro de sangre extravasada con un incremento en el diámetro de solamente 1 centímetro.

⢠La ruptura del músculo esquelético es un serio problema adicional cuando el choque es acompañado por extensivo aplastamiento del músculo (síndrome de compresión). Cuando la presión sobre los tejidos es aligerada y estos son nuevamente perfundidos con sangre, se generan radicales libres, los cuales causan una destrucción tisular adicional (daño inducido por reperfusión). El incremento en el Ca2+ dentro de las células dañadas puede alcanzar niveles tóxicos, y grandes cantidades de K+ entran a la circulación. La mioglobina y otros productos a partir del tejido reperfusionado pueden acumularse en los riñones, en los cuales la filtración glomerular ya se encuentra reducida por medio de la hipotensión, y los túbulos pueden tornarse congestionados, causando anuria.

⢠El choque quirúrgico es debido a la combinación en diversas proporciones de hemorragia externa, sangrado dentro de los tejidos dañados y deshidratación.

⢠En el choque por quemaduras existe una pérdida de plasma a partir de las superficies afectadas y el hematocrito se eleva, más que desciende, produciendo severa hemoconcentración. Adicionalmente existen complejos cambios metabólicos. Por estas razones, además de la fácil infección de las áreas quemadas y el daño renal, la tasa de mortalidad, cuando las quemaduras de tercer grado implican más del 75% del cuerpo, es cercana al 100%.

 

CHOQUE CARDIOGENICO

⢠Cuando la función de bomba del corazón se encuentra alterada hasta el punto que el aporte sanguíneo hacia los tejidos no es lo suficientemente adecuado para satisfacer las necesidades metabólicas en reposo, la condición resultante es llamada choque cardiogénico. Este es más comúnmente debido a extenso infarto del ventrículo izquierdo, sin embargo, este puede ser asimismo causado por otras enfermedades que comprometan severamente la función ventricular. Los síntomas son similares al choque hipovolemico, más congestión de los pulmones y vísceras, debido a falla del corazón para expulsar la sangre venosa retornada a este. En consecuencia, la condición es en ocasiones llamada choque congestivo.

⢠El choque cardiogénico es el resultado directo de una inhabilidad del corazón para mantener un adecuado gasto cardiaco, esta dada la alteración en la función sistólica o diastólica. Las causas del choque cardiogénico incluyen: (i) enfermedad cardiaca adquirida avanzada (insuficiencia mitral o cardiomiopatia), (ii) enfermedad congénita (ducto arterial patente o defecto en el septo ventricular), (iii) contusión traumática aguda en el miocardio, (iv) arritmia ventricular o supraventricular severa, (v) taponamiento pericardico y (vi) sobredosis de anestesia. Dado que el problema principal es la disminución en el gasto cardiaco, los signos son similares a aquellos observados en el choque hipovolémico, a excepción de la presión de llenado atrial, la cual se incrementa. Al igual que en el choque hipovolémico, el suministro de O2 se reduce, el consumo de O2 es normal o se incrementa, la extracción arterial de O2 se incrementa y la presión parcial de O2 en la sangre venosa disminuye.

 

CHOQUE DISTRIBUTIVO

⢠El problema fundamental en pacientes con choque distributivo, es la inadecuada distribución del aporte sanguíneo. El defecto en el choque distributivo asemeja a la ventilación-perfusión discordante en el pulmón, siendo que el suministro de O2 no es perfectamente concordante al consumo de O2. Se especula que (i) la respuesta neurohormonal, (ii) los autocoides (p.e. histamina y cininas), (iii) las citocinas y (iv) las derivaciones arteriovenosas, desempeñan un papel preponderante en la fisiopatología de la condición. Las causas más comunes son trauma, sepsis y endotoxemia, anafilaxis, obstrucción del flujo sanguíneo (embolia) y reacciones a los fármacos.

⢠El choque distributivo es caracterizado por un repentino incremento en la capacidad vascular, inicio agudo de vasodilatación periférica y estancamiento periférico sanguíneo durante las fases tempranas de sepsis y endotoxemia. El gasto cardiaco frecuentemente se encuentra elevado produciendo calor y membranas mucosas congestionadas (choque caliente). Conforme el choque distributivo progresa, los fluidos abandonan el compartimiento vascular o son secuestrados en la periferia, reduciendo el retorno venoso, el gasto cardiaco, la presión sanguínea arterial media y la perfusión periférica, resultando en membranas mucosas pálidas, frías y pegajosas (choque frío).

⢠El consumo de O2 es generalmente elevado durante las etapas tempranas del choque distributivo, esto dada la fiebre y la activación neurohormonal. El suministro de O2 es variablemente afectado, siendo que múltiples tejidos reciben un aporte sanguíneo insuficiente. La demanda tisular de O2 y su consumo, son marcadamente incrementados durante las fases iniciales del choque distributivo (particularmente durante sepsis), mientras que durante las fases tardías del choque, son alteradas o reducidas por la limitada habilidad de los tejidos periféricos para incrementar el metabolismo aeróbico.

⢠Normalmente, la presión parcial de O2 en la sangre venosa es un excelente indicador general del aporte sanguíneo periférico y el adecuado suministro de O2, sin embargo, la presión parcial de O2 en la sangre venosa puede ser normal, elevada o disminuida durante el choque distributivo. El incremento en el aporte sanguíneo a algunos órganos y la abertura de derivaciones arteriovenosas, puede producir un falsamente normal o elevado valor en la presión parcial de O2 en la sangre venosa. Los valores arteriales y venosos del pH, además de los niveles sanguíneos de lactato, son los mejores indicadores de la oxigenación tisular (metabolismo anaeróbico) durante el choque distributivo.

⢠El choque anafiláctico es el mejor ejemplo del choque distributivo. En esta condición una acelerada reacción alérgica causa  liberación de grandes cantidades de histamina, produciendo vasodilatación  marcada. La presión sanguínea desciende, dado que el tamaño del sistema vascular excede la cantidad de sangre en este, no obstante a que el volumen sanguíneo sea normal.

⢠Otra forma de choque distributivo es el choque séptico. Esta es una condición compleja, la cual puede incluir elementos del choque hipovolemico, debido a la pérdida de plasma dentro de los tejidos (tercer espacio), y del choque cardiogénico, debido a las toxinas que deprimen al miocardio.

⢠Un tercer tipo de choque distributivo es el choque neurogénico, en el cual un repentino brote de la actividad autónoma resulta en vasodilatación y estancamiento de sangre en las venas. La resultante disminución en el retorno venoso reduce el gasto cardíaco y frecuentemente produce síncope, lo cual es una pérdida repentina transitoria de la conciencia.

 

Choque Séptico

⢠El lípido A, componente del lipopolisacarido (LPS) o endotoxina, encontrado sobre la superficie de los organismos gram-negativos, es una molécula altamente conservada responsable de las secuelas del choque endotoxico. Las manifestaciones inician con la interacción entre la endotoxina liberada a partir de organismos gram-negativos «moribundos»,  con los receptores en las células del sistema de defensa del huésped (macrófagos, neutrófilos, y linfocitos) Asimismo la endotoxina interactúa directamente con las células del endotelio vascular. En la respuesta, las células liberan los mediadores del choque endotoxico o tornan a otras células más reactivas a señalamientos celulares, con la subsiguiente liberación de mediadores. Los mediadores del choque endotoxico se agrupan en citocinas, mediadores lípidicos y mediadores secundarios. Las citocinas son polipéptidos pequeños liberadas a partir de células inflamatorias, especialmente macrófagos. El factor de necrosis tumoral (TNF) y la interlucina-1 (IL-1) son las dos citocinas que, al parecer, son las responsables primordiales en la cascada de la endotoxemia. Sus efectos a su vez frecuentemente son mediados a través del oxido nítrico. Los mediadores lípidicos son derivados a partir del ácido araquidónico (AA), localizado este en los fosfolipidos de la membrana celular, particularmente aquella de los neutrófilos, plaquetas, endotelio vascular y músculo liso vascular. Los ejemplos incluyen a las prostaglandinas (incluyendo tromboxanos), leucotrienos y factor activador de plaquetas (PAF).

⢠Tanto las citocinas como los mediadores lípidicos actúan como mecanismos de señalamiento entre las células inflamatorias, plaquetas y endotelio vascular, esto a través de mecanismos de retroalimentación positivos y negativos. Cuando las asas de retroalimentación positiva sobrepasan a las asas de retroalimentación negativa, la fisiopatología del choque endotoxico se torna en una realidad clínica. La fisiopatología refleja, en parte, los efectos directos de la endotoxina (p.e. la activación directa del factor de Hageman y componentes del complemento) y los efectos combinados o individuales de los mediadores. Los mediadores secundarios (tales como histamina, serotonina, vasopresina, angiotensina II, catecolaminas y opiodes) son liberados en respuesta a las citocinas y los mediadores lípidicos, resultando en los signos generales del choque endotoxico.

⢠Cambios en la vasculatura periférica (p.e. constricción y dilatación), activación de factores de la coagulación y daño al endotelio vascular puede ocurrir. Los signos clínicos asociados con cada etapa del choque dependen de los mediadores liberados durante cada una de estas y varían entre especies. Sin embargo, las complejas interacciones de estos mediadores, sí se permite su progresión, pueden resultar en insuficiencia multiorgánica en cualquier especie, esto simplemente dados los efectos acumulativos de la hipoxia (radicales libres derivados del oxigeno, enzimas de los lisosomas, trombosis y alteraciones metabólicas). La terapia farmacológica es más probable de ser eficaz cuando es iniciada temprana durante el curso de la condición.

 

CONCLUSIONES

⢠Casi cualquiera que muere de padecimiento agudo, fallece con o de choque. Sin embargo, el choque desempeña un papel en todos los padecimientos mortales, dado que la insuficiencia circulatoria es una parte de la vía final común (o sea la muerte). Más aún, el choque no es preponderante solo en desordenes circulatorios agudos no-fatales, sino que asimismo complica otros padecimientos agudos severos.

⢠La mayoría de las enfermedades son evaluadas en base a parámetros normales de cuantificaciones relevantes. Los valores fuera del rango normal establecen criterios diagnósticos y terapéuticos. Sin embargo, este enfoque es inadecuado para los desordenes circulatorios, dado que normalmente la función respiratoria responde a cambios en el metabolismo corporal, tal como por ejemplo ejercicio, estrés, problemas endocrinos, padecimiento agudo u otros factores. La función de la circulación es la de aportar al metabolismo corporal de oxigeno y substratos oxidativos, además de eliminar el dióxido de carbono y otros productos del metabolismo final, dado esto, la función circulatoria deberá variar conforme los cambios metabólicos. No obstante a que los valores circulatorios normales generalmente son establecidos en base a valores de referencia en estado de reposo, la circulación normalmente se elevara con el fin de satisfacer el incrementado metabolismo corporal durante ejercicio, fiebre y padecimiento agudo, entre otros.

⢠El choque resulta a partir de pobre perfusión e hipoxia tisular, esto consecuencia de inadecuadas compensaciones circulatorias necesarias para mantener de manera precisa el incrementado metabolismo corporal. En consecuencia, el problema precipitante inicial es la inadecuada perfusión tisular resultante del bajo aporte sanguíneo o la desigual distribución del aporte microcirculatorio, las cuales ocurren temprano en el curso de padecimiento agudo y conducen a hipoxia tisular local, insuficiencia orgánica, insuficiencia multiorgánica y muerte. Es útil visualizar el patrón secuencial de los cambios hemodinámicos, con el fin de diferenciar los eventos primarios tempranos de las respuestas secundarias y las subsecuentes secuelas, esto con el objetivo de identificar y tratar el problema subyacente principal. Asimismo es esencial el desarrollo de un enfoque terapéutico integral, basado este en los tres principales componentes circulatorios. O sea las funciones cardiaca, pulmonar y de perfusión tisular (oxigenación).

⢠El diagnostico de choque en su etapa final es realizado con suma frecuencia a través de la presencia de hipotensión, oliguria, acidosis y colapso, siendo la terapia frecuentemente ineficaz en esta etapa. Es más importante reconocer el choque tan pronto como sea posible, dado que es más fácil y efectivamente tratado en las etapas tempranas. Desafortunadamente, los problemas circulatorios son inicialmente reconocidos clínicamente a través de síntomas subjetivos (humanos) y signos imprecisos, tales como piel fría y acartonada, palidez, pulso débil filiforme, signos vitales inestables, cianosis, piel multicolor, depresión del sistema nervioso central, ansiedad, agitación y alterado nivel de conciencia. Además, la presión sanguínea no es confiablemente correlacionada con el aporte sanguíneo durante el curso temprano de daño agudo u otros tipos de insuficiencias circulatorias agudas (choque).

⢠La falta de objetividad y fiabilidad de estos signos y síntomas (humanos) tempranos, han sido un gran obstáculo para la comprensión de la fisiopatología subyacente y la terapia adecuada. El dilema consiste en que el criterio diagnostico no es el mismo para el del criterio de reconocimiento temprano. Visualizar la apariencia inicial del choque como una «mini-versión» de la etapa tardía, es olvidar el patrón de evolución que ocurre conforme la función circulatoria se deteriora hacia insuficiencia circulatoria, insuficiencia orgánica, insuficiencia multiorgánica y muerte.

⢠La terapia temprana convencional generalmente es dirigida hacia la corrección de la hipotensión, taquicardia, oliguria y otros signos y síntomas superficiales, esto a través de vasopresores, diuréticos y cristaloides. Sí dichas condiciones fuesen los defectos primarios, el objetivo es el de retornar estos signos y síntomas (humanos) superficiales hacia sus rangos de normalidad. Esto supone que el choque será mejorado simplemente a través de correcciones «cosméticas» de los hallazgos que revelan la condición. Sin embargo, los déficits subyacentes de bajo o irregular aporte sanguíneo con pobre perfusión tisular persisten, y conducen a insuficiencia orgánica, insuficiencia multiorgánica y muerte.

⢠El enfoque convencional consiste de una investigación una a la vez de defectos específicos, su documentación y su corrección. Este enfoque para cada defecto especifico, seguido por su normalización, conduce a un cuidado del paciente fragmentado, episódico y en ocasiones contradictorio. La terapia basada en este enfoque, desafortunadamente no es máximamente efectiva. La mayoría de los pacientes eventualmente reciben toda la terapia para ellos necesaria, pero no necesariamente al momento correcto, en la cantidad adecuada, o en el orden indicado.

⢠La terapia intuitivamente basada en nociones simplistas, información anecdótica o inadecuado monitoreo, es probable que sea sub-óptima. Más aún, sí la fisiología no es entendida o la monitorización no es adecuada y en el tiempo correcto, la muerte puede ser atribuida a la enfermedad del paciente, más que al retardo que conduce a inadecuada terapia. El peligro en el enfoque convencional, es que el mantenimiento de los valores normales puede limitar la precarga y los incrementos compensadores en la función cardiaca, los cuales pudiesen restablecer la perfusión y oxigenación tisular. Cuando la oxigenación tisular no es monitorizada y corregida temprano, las anormalidades en la perfusión no son reconocidas hasta que síndrome disneico agudo del adulto (ARDS) u otra insuficiencia orgánica ocurre. Por ende, es crucial el desarrollo de un plan terapéutico integral que optimice los tres principales componentes circulatorios anteriormente mencionados.

⢠Tradicionalmente el choque ha sido clasificado por su etiología como: hemorrágico, post-intervención, cardiogenico, traumático, neurogenico o séptico. Estas categorías etiológicas son descritas a través de (i) los signos y síntomas (humanos) clínicos, (ii) los hallazgos de laboratorio, (iii) la presumible fisiopatología primaria y (iv) la terapia recomendada para cada caso. Este enfoque es simple, fácil de comprender y generalmente aceptado, sin embargo es severamente erróneo.

⢠Estas descripciones simplistas de procesos fisiopatologicos complejos sugieren una terapia uni-dimensional, por ejemplo, el choque hemorrágico deberá ser tratado con fluidos, mientras que el choque cardiogenico deberá ser tratado con agentes inótropos y restricción de fluidos. Sin embargo, la mayoría de los pacientes en estado critico padecen complejos eventos etiológicos, por ejemplo, pacientes en choque post-intervención pueden presentar problemas cardiacos mayores, y pacientes cardiacos pueden presentar hipovolemia no-detectada. No todos los eventos etiológicos primarios inician y finalizan con un defecto fisiológico único, que de ser corregido conduce a la supervivencia. La vida no es tan simple. Más aún, los eventos precipitantes primarios ponen en movimiento compensaciones neurohormonales, así como numerosas cascadas que activan diversos mediadores bioquímicos y respuestas inflamatorias que son parte del síndrome de choque.

⢠La mayor limitación de este enfoque etiológico uni-dimensional, es que este olvida los cambios interactivos en la hemodinámica y en los patrones de transporte de oxigeno, lo cual conduce a (i) un aporte microcirculatorio irregular, (ii) pobre perfusión tisular, (iii) hipoxia tisular, (iv) insuficiencia orgánica, (v) insuficiencia multiorgánica y (vi) muerte. En resumen, un enfoque uni-dimensional a la etiología y terapéutica es sub-óptimo.

 

BIBLIOGRAFÍA

Disponible a petición.