Estimada doctora:
Siento la tardanza, pero las vacaciones y la ausencia de una conexión a internet hacen estragos...
Coincido plenamente con la idea de que es complicado explicar los casos y los ttos a los clientes, también con el hecho de que no existe droga alguna que solucione estos problemas; no es menos cierto que la mayoría de las veces es mejor dejar que ellos resuelvan sus problemas solos. Sin embargo, debemos reflexionar sobre si la agresión es una forma válida de resolver problemas o situaciones diversas.Â
La agresividad es algo natural en el reino animal, en la jungla... pero estamos hablando de perritos que conviven con nosotros, cuya aptitud es la compañía. El comportamiento agresivo no es, en absoluto, una caracteristica deseable en ninguna de nuestras mascotas y, sin embargo, mucha gente tiene en casa perros que se comportan de esta manera en determinadas situaciones o cada vez que les viene en gana. Este comportamiento se va a manifestar por allí donde la educacion no haya llegado. Por tanto, es la educacion la clave de todo, incluso en aquellos casos en los que las caracteristicas de personalidad del perro le impongan un comportamiento con una clara tendencia a la agresividad, conseguirá mantenerla a raya en unas condiciones más que aceptables.
Respecto al caso que le preocupa, necesitaría saber más datos.
En qué momento y cómo se producen esas agresiones?
Hay algún tipo de comportamento agresivo con sus dueños? No olvide que gruñir o enseñar los dientes constituyen una amenaza de lo que puede venir despues y, por tanto, se trata de una manifestacion de agresividad. A este respecto, le invito a investigar en profundidad en el comportamiento de la familia con el animal, de su día a día y de (Y ESTO ES MUY IMPORTANTE) la relación de afecto y disciplina que mantienen con el animal. Me explico, el afecto es constante (o debiera serlo) en el trato con nuestras mascotas, por lo que es la disciplina administrada (o control ejercido) lo que hace que un perro de compañía muestre más o menos agresividad. A menor disciplina, más fácil es que un animal muestre agresividad cuando se le obliga a cumplir algo que antes hacía libremente (aunque eso sería frustracion mal controlada...).
Tiene el perro alguna norma que deba cumplir (no se puede subir a la cama, p. ej.)? Cómo se le ha enseñado? Se le ha castigado? De qué manera? No hay que olvidar que los perros aprenden en gran medida por modelamiento (imitando modelos), por lo que si le proporcionamos un modelo agresivo como vía de resolución de situaciones conflictivas... al tiempo lo repetirá.
Siguiendo con las normas, cómo se mantienen? O unas veces le hacen cumplirlas y otras no?
Cuál es la actitud de la familia respecto a las agresiones del perro?
Cómo se comporta el perro en la calle? Es agradable sacarlo a pasear o, por el contrario, es un tormento porque va tirando de la correa, le ladra a otros perros y personas?
La agresividad es un proceso, no es algo estático. Evoluciona en un sentido o en otro (se recrudece o desaparece) e incluso fluctúa según las condiciones del medio y del animal. El problema es cuando un animal agrede la primera vez, sea por el motivo que sea. Cuando esto acurre, se liberan endorfinas que dejan una sensación extraña, pero agradable, en el animal al haber eliminado la tensión de golpe. Esa sensación es susceptible de querer ser repetida, al principio sin tomar conciencia el animal y más tarde de forma consciente... Esto es la motivación hostil, la necesidad de hacer daño, simplemente por hacer daño, por obtener esa sensación. Esta motivación hostil puede aumentar con el tiempo, sobre todo cuando la situación conflictiva se repite o mantiene y las agresiones se suceden.
Dra. Romero, le animo a que investigue y a que obtenga todos los datos que pueda sobre la forma de vida del perro y educación recibida. Esa es la manera de conocer la situacion real y la dimensión exacta del problema. Eso es lo que nos va a permitir dar un diagnóstico certero y tratar de forma efectiva el problema. Por lo pronto, y hasta qwue eso suceda, le propongo que diga a sus clientes lo siguiente:
- Vigilancia constante de ambos animales cuando estén juntos. La vigilancia debe llevarla a cabo la persona con la que más identificada esté el perro y a quién más respete éste. Si no puede estar esa persona y nadie puede sustituirla en esa función (simplemente por miedo o porque el perro no le hace caso), deberán estar separados.
- Cuando no pueda nadie estar pendiente de ellos, deberán permanecer en lugares separados y sin posibilidad de encontrarse.
- Deberán comer en momentos y lugares distintos. Al menos, que uno no esté presente cuando coma el otro.
- Corten de raíz cualquier manifestacion de agresividad. OJO A ESTO! Cortar la agresividad se hace con autoridad, NO CON AGRESIVIDAD. Recuerde lo que le he comentado del modelamiento. Con autoridad se le hace saber al perro que no es un comportamiento aceptado por nosotros, que no lo consentimos en absoluto. Incluyo los gruñidos y la accion de enseñar los dientes, tal y como le comento más arriba. Si no consigue cortar la conducta, si el animal se mantiene en su amenaza, deberá sacarlo a ÉL, al agresor, de la habitación y reprenderle. No se trata de mantener jerarquías o de restaurar una antigua, sino de cortar un comportamiento que, con seguridad, se puede volver contra nosotros.
- Una vez que dispongamos de todos los datos, estaremos en disposicion de emitir el diagnóstico más correcto (desde un trastorno de agresividad mal controlada por el mecanismo desencadenente que sea (frustración, conflictos internos, miedo...) hasta un trastorno de la personalidad o de ansiedad. Dicho diagnóstico nos va a permitir abordar la segunda parte del tratamiento: reconducir la relacion que mantienen los dueños con el perro. Ya hablaremos de eso.
- Algo importante y que va a hacer que muchos se escandalicen es que el collar antiladridos nos puede ayudar mucho en este caso. Corta de raiz la agresion desde su inicio, ya que se activa por la vibracion de las cuerdas vocales al gruñir el animal. Esta es la parte de dejar que ellos resuelvan sus cuestiones solos, pero no mediante una agresion, que busquen la forma, aunque sea yéndose a dormir a otro sitio, pero NUNCA mediante una agresión. El collar les proporciona autocontrol y NO ES UN CASTIGO. Tampoco es cierto que le produzca daño alguno si se usa CON SENSIBILIDAD E INTELIGENCIA. Es fácil criticar algo que no se conoce o que se usa mal. Por cierto, el tratamiento no se basa en el uso de este collar, sino en el reajuste educativo de los dueños hacia el perro (nosotros los reajustamos a ellos). El collar tan solo es una herramienta y no es para dejarlo puesto las 24h del dia en el cuello del animal, tan solo en los momentos de mayor riesgo.
En fin. No quiero aburrirles más. Espero haberle sido de ayuda dra. Romero. Si tiene alguna pregunta, no dude en contactar conmigo.
Un saludo.
Mario Beltrán. Clínica Veterinaria WAU (Molina de Segura - España).