Este tema da para mucho, tiene que ver con
los orígenes y deformaciones de nuestra profesión.
En el articulo por mi escrito al que hace referencia el colega Horacio Hecker,
esta relacionado al veterinario y a su imagen profesional, a su ámbito de
trabajo, a los carteles en donde se mezcla profesión con venta de peces.
Cuando uno va al medico, el medico esta vestido de medico y su ámbito es el de
un consultorio, cuando uno va al abogado, escribano arquitecto sucede lo mismo.
Entiendo que la peluquería, el petshop ayuden a los veterinarios económicamente,
pero los ámbitos deberían quedar bien delimitados, y el aspecto del empleado,
del bañador debe ser completamente distintos al del veterinario.
También tengo que decir que en la mayoría de las facultades no se les inculca a
los alumnos que serán profesionales de primera, ni de la ética profesional, ni
sobre los horarios a cobrar, ni su imagen frente a la sociedad, ni la higiene
de sus ámbitos, ni la forma de vestirse, expresarse y comportarse.
Por eso comencé a decir que este tema da para mucho, y como profesor intento
revertir este proceso, que en nuestra facultad tiene como ventaja que los
alumnos hacen residencias con tutores que ademas de sus conocimientos tienen ámbitos
adecuados.