Tuve ese problema con mi lorito hablador. Aunque no se pelaba áreas tan extensas llegó a producirse una gran hemorragia una vez.
Hay que descartar parásitos. Mirar con lupa y linterna soplando las plumas y, si es como en el caso de mi Panchito, que no se dejaba agarrar, me recomendaron cambiar los palitos de soporte (si son de madera) y dejar una hoja de papel blanco doblada al medio en el piso de la jaula durante la noche; porque los parásitos se verían al desplegar la hoja al día siguiente (me dio negativo pero no puedo garantizar la efectividad del método porque me lo dijo un aficcionado).
Otra recomendación que sí me dieron colegas con experiencia en el tema es evitar el estres manteniendo la jaula en un lugar concurrido e iluminado pero tranquilo, no bullicioso, y proveerlo de distracciones: llaves viejas, espejos, piedra para afilar el pico además de hablarle y pasar ratos con él. Yo le ponía tambien un cuadrado de tela, colgando un extremo del mismo de los barrotes del techo, el se refugiaba como dentro de una capa si sentía sueño o frío.
Al girasol conviene agregar maní con cáscara , ademas ir variando pequeñas cantidades de centro de manzana, de pera, tronco de acelga, choclo (maíz) crudo, lechuga, papa o zanahoria hervida, arvejas en conserva, yema de huevo y pan remojado en leche.
Toda mi experiencia fue más como tenedora de loro durante 9 años que como veterinaria. Lo que pasó fué que dejó de arrancarse las plumas pero se puso demasiado gritón, tal vez por vivir en un departamento, con espacio reducido y no mucha interaccion con personas. Así que por problemas de convivencia vecinal lo terminé dando en adopción hace tres meses, ahora vive feliz en un entorno de su agrado.