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la toxoplasmosis felina entre la ignorancia

la toxoplasmosis felina entre la ignorancia

de hans dieter kausch zapata -
Número de respuestas: 11

una joven embarazada le pregunto a un veterinario que ella habia escuchado de el riesgo de toxoplasmosis felina en el embarazo, y de los riesgos que trae, este le digo que lo mas recomendable era desaserce del gato porque podia transmitir el toxoplasma y enfermar al niño, por correo me consulto y le dije que el riesgo no era tan alto sin embargo tenia que tomar mediadas preventivas con el gato, le envie ciertas recomendaciones pero la verdad creo que si hay cierto desconocimiento por muchas personas, por favor si algien conoce mas de este tema le pediria enviarme informacion por que esta mujer esta pensando seriamente en desaserse del gato.

gracias

En respuesta a hans dieter kausch zapata

Re: la toxoplasmosis felina entre la ignorancia

de Lisandro Teixido -
Hans hoy me acaba de llegar esto por facebook de Veterinarios en Argentina. Espero que te sirva si no te llego bien pasame tu cuenta personal que te lo mando por email. Un abarzo



Toxoplasmosis


La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa ocasionada por un protozoo parásito llamado Toxoplasma gondii, un parásito intracelular obligado.[1] La toxoplasmosis puede causar infecciones leves y asintomáticas, así como infecciones mortales que afectan mayormente al feto, ocasionando la llamada toxoplasmosis congénita. También puede revestir gravedad cuando afecta a recién nacidos, ancianos y personas vulnerables por su condición de déficit de inmunidad.
La enfermedad es considerada una zoonosis, lo que significa que se transmite habitualmente desde los animales a los seres humanos a través de diferentes vías de contagio, siendo los hospedadores definitivos el gato y otras 6 especies de felinos.
Las medidas de prevención son particularmente importantes en las mujeres embarazadas y consisten en normas generales de higiene para evitar la transmisión por alimentos o agua contaminada, no consumir carne cruda o poco cocinada y evitar contacto con heces de gato.[2]
Epidemiología
La toxoplasmosis está presente en todo el mundo. El porcentaje de adultos que han pasado la enfermedad a lo largo de su vida es muy elevado, en torno al 50%, dependiendo de la región, los hábitos higiénicos y las condiciones sanitarias. En la mayor parte de los casos apenas aparecen síntomas o estos son leves, por lo cual la población generalmente no es consciente de haber padecido la infección que solo puede comprobarse mediante un análisis de sangre que demuestre positividad para anticuerpos específicos de tipo IgG o IgM.
En Europa prevalece mucho la toxoplasmosis, probablemente por el gran consumo de carne cruda.[3] La gran incidencia en el África occidental es conocida por estudios epidemiológicos de inmigrantes de esa zona del continente.[4] Se ha encontrado una elevada prevalencia en América Latina: México, América Central y zonas del centro y norte de América del Sur con la excepción de las áreas más australes y las Islas del Caribe por razón de la cantidad de adultos que presentan seropositividad, es decir, que presenta en su sangre anticuerpos que prueban que el individuo tuvo contacto con el parásito, .[5] Existe, incluso en éstas grandes áreas geográficas, una considerable variación de seroprevalencia, dependiendo de la región, la edad, el sexo, el grupo étnico y las condiciones socioeconómicas y santiarias, en especial el contacto con gatos y la tierra. Por ejemplo, en comunidades de baja salubridad pública en la región andina de Cuzco, Perú, criadores de camélidos, se encontró una seroprevalencia de Toxoplasma gondii en alpacas del 35%, cuando la enfermedad en humanos en esa región es escasa.[6] En Colombia según el Estudio Nacional de Salud realizado en 1982, la prevalencia en la población general es de 47%. En Colombia según estudios realizados en diferentes regiones, las frecuencias en el embarazo van de 0,6 a 3%. Actualmente, el Ministerio de Protección Social en Colombia no tiene reglamentación para la realización de pruebas durante el embarazo para la toxoplasmosis e igual situación ocurre en otros países de América Latina. En la ciudad de Armenia (Quindío) se ha instaurado un programa de la Secretaria de Salud de Armenia para la población vinculada que cubre alrededor de 900 gestantes y se detectan entre dos a cinco casos cada año. En esta ciudad se ha encontrado que se presenta mortalidad neonatal en la población no cubierta por el programa pero no en los hijos de madres detectadas y tratadas. En el resto del país en ausencia de intervención terapéutica entre 800 a 3.000 recién nacidos nacen infectados cada año, así en Sincelejo (departamento de Sucre, Colombia) en 100 gestantes se encontraron dos seroconversiones y entre los hijos de estas madres se presentó un mortinato.[7] En Brasil se han encontrado prevalencias en población general de 50 a 76%. La frecuencia de toxoplasmosis congénita varia de 0,2 a 2%. Las formas más graves pueden llevar a la muerte intra-uterina o causar secuelas graves si la infección de la madre ocurre en la primera mitad de la gestación. Un estudio en una población en Brasil demostró una mayor cantidad (13.9%) de mujeres embarazadas con toxoplasmosis activa (por la presencia de anticuerpos IgM) que con sífilis y la enfermedad de Chagas.[8]
Fuentes de infección
La fuente de infección más frecuente no son los animales de compañía como erróneamente se cree y se sigue difundiendo sin base científica.
La realidad es que la fuente por la cual entra el parásito en los humanos con mayor frecuencia es a través de los alimentos contaminados: la carne (cuando está poco cocinada, ya que un gran porcentaje está contaminada) y las frutas y verduras mal lavadas.
De las carnes disponibles para consumo en el mercado (o las carnes de caza), un gran porcentaje de todas las especies está contaminado, así que cualquier persona que consume carne ha consumido (de hecho) carne contaminada por el parásito. También es posible que por la manipulación de la carne contaminada con las manos, al llevarlas a la boca, se ingiera el parásito.
Por otro lado, una persona que consume con la necesaria frecuencia verduras y frutas, puede consumirlas sin el adecuado lavado para eliminar el parásito en algún momento. También puede consumidas manipuladas por terceros sin poder supervisar si el lavado es suficiente (por ejemplo, en restaurantes).
La última vía de contagio suele producirse entre personas que trabajan la tierra con las manos, bien agricultores, bien en labores de jardinería. En los suelos suele estar presente el parásito en gran cantidad. Una persona que manipule la tierra con las manos desnudas puede introducir restos de tierra bajo las uñas. Pese a un lavado de manos con agua y jabón, siempre puede quedar tierra bajo las uñas. Después, si se lleva las manos a la boca, es fácil infectarse de éste y/o de otros parásitos. Si es una persona que trabaja en el campo, no tiene por qué lavarse las manos cada vez que manipula esa tierra y en un descuido (o por mala costumbre) puede llevarse las manos sin lavar a la boca.
Siempre se ha relacionado erróneamente al gato doméstico como fuente de infección, puesto que sí son los hospedadores definitivos junto con otras especies de felinos. El error se basa en que el comportamiento humano necesario para esta infección no es el “normal”.
Para que un gato pueda producir heces infecciosas tiene que contagiarse. Es decir, un gato que no está infectado y vive en una casa sin acceso al exterior y comiendo pienso o carne cocinada, no puede infectarse y por tanto no puede infectar a otros.
Si el gato tiene acceso al exterior o es silvestre, o come carne cruda, o caza pájaros/ratones y se los come, entonces sí puede infectarse.
Una vez infectado, incuba el parásito durante un periodo de entre 3 y 20 días (según la forma en la que lo ingiere, que determina la fase en la que se encuentra el parásito). Después y durante sólo un periodo de 1 mes, libera los ooquistes en las heces. Después de eso, aunque se vuelva a infectar, nunca más liberará ooquistes.
Para que esas heces con ooquistes (oocitos) sean a su vez infecciosas, necesitan un tiempo de exposición al medio de entre 24 y 48 horas. Las personas normales que conviven con gatos en casa suelen retirar las heces de los areneros con más frecuencia, impidiendo que esos ooquistes maduren y sean infecciosos. Y después, es necesario un contacto muy íntimo con esas heces para infectarse a partir de ellas. Es necesario comerse las heces del gato para infectarse (cosa que sólo hacen los niños o personas con enfermedades mentales) o si no, manipularlas con las manos y sin guardar unas mínimas medidas de higiene, llevárselas a la boca. De nuevo citamos a la “gente normal” que si tiene que realizar una limpieza de heces, de gato o de cualquier animal, después procura lavarse las manos con agua y jabón. No sólo se puede introducir el Toxoplasma Gondii en el organismo de esta manera, también otros parásitos, bacterias y virus, mucho más peligrosos e incluso letales en ocasiones como la Escherichia coli.
Por tanto, cualquier persona que conviva con un gato o varios como mascotas, incluso con acceso al exterior y hasta que coman a veces animales crudos cazados por ellos (es decir, gatos con riesgo de infectarse del parásito), con la más simple medida de higiene posible (el lavado de manos después de limpiar el arenero o usando guantes), evita infectarse del temido Toxoplasma.
Por razones desconocidas se sigue obviando la dificultad de esta ruta de infección (pese a los intentos que los profesionales veterinarios realizan de informar a la población propietaria de gatos y de concienciar a los médicos de la necesidad de dar información científica y no una información sesgada e incorrecta).

Se sabe que el parásito cruza la placenta pudiendo transmitirse al feto, si la madre se infecta por primera vez durante el embarazo. Si la infección ocurrió antes de quedar embarazada, el nuevo bebé no puede ser infectado.[9] El riesgo es menor si la infección ocurrió en las últimas semanas de gestación. Con muchísima menos frecuencia, el parásito puede ser transmitida por transfusión de sangre, o trasplante de órganos.
En los casos en que se detecta que una mujer gestante se ha infectado del parásito, existen medicamentos que pueden ayudar a detener la infección para evitar daños al feto.

Ciclo de vida

Artículo principal: Toxoplasma gondii
La toxoplasmosis es una zoonosis de distribución mundial. Se infectan animales herbívoros, omnívoros o carnívoros, incluyendo casi todos los mamíferos. En la carne destinada a consumo humano es frecuente la presencia de quistes tisulares. Los invertebrados como moscas y cucarachas pueden contribuir a la difusión de los ooquistes, que acompañan a la defecación de los gatos. Los ooquistes que salen con las heces no son de inmediato infectantes, deben pasar por un proceso de diferenciación en la tierra que dura hasta tres semanas y pueden mantenerse infecciosos durante mucho tiempo en la tierra húmeda (aproximadamente un año).[10]
Ciclo vital de Toxoplasma gondii: el gato es el huésped definitivo (1) (donde el parásito se reproduce), el gato se infecta e infesta a otros animales por los ooquistes tisulares. El hombre se infecta consumiendo ooquistes liberados con las heces (3) o bien al ingerir carne contaminada con ooquistes tisulares (2).
El parásito se presenta bajo tres distintas formas: taquizoíto (un trofozoíto que puede encontrarse en casi cualquier órgano, principalmente el cerebro y músculos), quistes tisulares y ooquistes. Estos últimos sólo se producen en los intestinos de los huésped definitivos.
El ciclo vital de Toxoplasma tiene como huésped definitivo al gato o miembros de su familia, que tras ingerir alguna de las formas del parásito sufre en las células epiteliales de su intestino un ciclo asexual y luego un ciclo sexual, eliminándose en sus heces millones de ooquistes. Cuando estos esporulan se vuelven infecciosos pudiéndose infectar otros animales por su ingestión. Por debajo de 4 °C, o por encima de 37 °C, no se produce la esporulación y los quistes no son infecciosos.
Los humanos sufren la transmisión del parásito fundamentalmente por vía oral a través de la ingesta de carnes, verduras, el agua, huevos, leche, u otros alimentos contaminados por ooquistes o que contienen quistes tisulares. De hecho, hasta un 25% de las muestras de carnes de cordero y cerdo presentan ooquistes, siendo menos frecuentes en la carne de vaca. Los gatos, sobre todo si se manipulan sus excreciones, pueden infectar al ingerir los ooquistes por las manos contaminadas.
Se ha estudiado con cierto detalle el importante papel que juegan los gatos en la eliminación de los ooquistes en la tierra como parte de la transmisión de la enfermedad. En algunas islas del Pacífico, se ha demostrado que la ausencia de gatos está asociada a la ausencia de anticuerpos humanos en contra de Toxoplasma y, al contrario, en regiones con prevalencia de anticuerpos están en proporción directa con la población de gatos o el contacto con la tierra contaminada por heces felinas.[11]
Los gatos se infectan al consumir roedores y aves, que son huéspedes intermediarios que contienen los quistes (con bradizoítos) que mantienen una infección crónica en estos animales.[1]
La segunda vía de transmisión es la materno-fetal o congénita dando origen a la toxoplasmosis congénita. Más rara es la transmisión por transfusiones o por recepción de órganos. El contagio interhumano de toxoplasmosis solo se ve en casos de la transmisión trasplacentaria.[10]

Cuadro clínico

Más del 80% de las infecciones son asintomáticas. La toxoplasmosis puede ser aguda o crónica, sintomática o asintomática. La infección aguda recientemente adquirida suele ser asintomática en niños mayores y adultos; y en caso de presentar síntomas y signos (enfermedad aguda) estos suelen ser de corta duración y autolimitados, como una gripe o mononucleosis, dolor de cabeza, dolores musculares, inflamación de los ganglios linfáticos, e incluso presenta inflamación del hígado y mayoritariamente del bazo, etc.[9] En la mayoría de los casos persiste como quistes en los tejidos pero la persona no suele tener manifestaciones clínicas (infección crónica), pero en otros casos se presenta con formas clínicas persistentes o recurrentes (enfermedad crónica).
Se suelen diferenciar cuatro grandes categorías clínicas en el estudio de la toxoplasmosis:
1. Toxoplasmosis aguda adquirida en el paciente inmunocompetente, pudiendo cursar con un cuadro subclínico y por lo tanto sin síntomas, haciendo que el paciente no tenga conocimiento de la infección. Cuando aparecen síntomas son generales, confundiéndose con una gran gama de posibles infecciones benignas y de rápido curso, pudiendo provocar: linfadenopatía, fiebre, mialgia y malestar general.
2. Toxoplasmosis aguda adquirida o reactivada en el paciente inmunodeficiente, las formas clínicas más severas, incluyendo leucemia, enfermedades del tejido conectivo, los cuales pueden manifestarse en un 40% de pacientes con sida, por ejemplo.[10] Los pacientes con terapias inmunosupresoras (glucocorticoides, por ejemplo) como para prevenir el rechazo de un órgano trasplantado o el tratamiento de una enfermedad autoinmune, pertenecen a este grupo de alto riesgo.
3. Toxoplasmosis ocular, como resultado de una infección congénita (aunque los signos aparezcan al cabo de varios años) con retinitis necrosante, uveítis y ocasionalmente retinocoroiditis.
4. Toxoplasmosis congénita. Las formas más graves pueden llevar a la muerte intra-uterina o causar secuelas graves si la infección de la madre ocurre en la primera mitad de la gestación.
Dentro de cualquiera de ellas las manifestaciones clínicas no son específicas y los métodos diagnósticos pueden prestarse a diferentes interpretaciones.

Diagnóstico

La toxoplasmosis puede ser diagnosticada al aislar el parásito por medio de inoculación de animales de laboratorio o cultivo celular o con un perfil serológico, el cual puede no ser confiable en inmunodeficientes y en el feto.[12] Existen sin embargo pruebas capaces de detectar los anticuerpos serológicos o en orina, creados por el sistema inmune para combatir el parásito, especialmente un incremento en los niveles de IgG y/o la presencia de anticuerpos específicos de IgM.[13] La evaluación clínica de recién nacidos durante el primer año de vida es, sin duda, necesaria en madres seropositivas o de alto riesgo.
Otros métodos indirectos incluyen reacciones de fijación de complemento, reacción con colorantes de Sabin y Feldman, pruebas de ELISA y la reacción de hemaglutinación indirecta. Es posible también demostrar la presencia del genoma del parásito con la técnica de PCR, un método importante debido a su alta sensibilidad y especificidad,[12] pues siempre que es positivo confirma el diagnostico pero si es negativo no siempre lo excluye. El método de detección por PCR se utiliza en el diagnóstico de toxoplasmosis en el líquido amniótico, en el humor acuoso en toxoplasmosis ocular y en inmunosuprimidos[14] La detección directa del parásito en tejidos infectados puede también resultar difícil, por ejemplo, de placenta o cerebro, incluyendo la fijación de anticuerpos fluorescentes.
Esto sumado a que la toxoplasmosis puede ser asintomática implica que un análisis puede indicar únicamente que el individuo nunca ha sido infectado por el parásito, o bien que el individuo ha tenido o está presentemente infectado con el parásito (sin distinción de uno u otro caso).
Una vez que un organismo tiene anticuerpos contra la toxoplasmosis, queda inmunizado contra la enfermedad. Por ello se recomienda a las mujeres que estén planeando quedarse embarazadas que se hagan con anterioridad una prueba de anticuerpos de toxoplasmosis.

Diagnóstico diferencial

De importancia en los casos más severos donde se ven los síntomas más notables, la toxoplasmosis puede confundirse con la leptospirosis,[15] enfermedad de Hodgkin y otros linfomas,[16] encefalitis, mononucleosis, miocarditis, pulmonía (tuberculosis) en inmunocomprometidos y sarcoidosis.[10]

Tratamiento

El parásito Toxoplasma gondii es sensible a los farmacos Pirimetamina y las Sulfamidas, las que se usan en combinación para el tratamiento de la toxoplasmosis incrementando más de 6 veces el efecto de ellos individualmente.[17] Debido a que la Pirimetamina bloquea el uso del ácido fólico, se debe añadir al tratamiento el ácido folínico, el cual puede ser usado por la médula ósea del paciente, más no por el parásito. Los corticosteroides están contraindicados excepto en casos de toxoplasmosis con sintomatología ocular, en cuyo caso se usan en concentraciones bajas.[2] Aquellos pacientes alérgicos o que no toleran las sulfamidas deben consultar con sus profesionales de salud en busca de otras opciones como la Clindamicina.[18] Las madres embarazadas deben ser también tratadas al ser diagnosticadas con certeza y, a través de ellas, al feto, balanceando los posibles efectos secundarios del tratamiento sobre el feto y su madre.[19] Una de las secuelas de hipersensibilidad asociado a medicamentos durante el tratamiento de la toxoplasmosis es el síndrome de Stevens-Johnson, el cual es una reacción febril con lesiones en la piel y conjuntivitis purulenta, potencialmente letal.[20]
Para pacientes inmunosuprimidos, en especial pacientes con sida, el tratamiento debe continuarse de por vida para evitar la seria y frecuente posibilidad de reinfecciones o reactivación de una enfermedad latente.[17] ,[21] Otra alternativa es la Atovaquona, un antibiótico del grupo de las naftoquinolonas, pero que tiene el inconveniente del costo. En personas con toxoplasmosis latente, los quistes son inmunes a estos tratamientos, debido a que los antibióticos no llegan a los bradizoítos en suficiente concentración.

Profilaxis

La transmisión de la toxoplasmosis se puede prevenir evitando: comer carne poco cocida o cruda (la carne se debe cocinar hasta que cambie de color), manipular o tener contacto con las heces de gato que interactúen con ratones o ratas u otros animales infectados (es decir, no todos los gatos son sujetos de riesgo), contaminación de cuchillos, y otros utensilios al preparar carne infectada, beber agua contaminada, ingerir la leche no pasteurizada; especialmente de cabra, aceptar la donación de órganos infectados (caso que es muy poco frecuente fuera del mercado negro).
Un brote epidémico en marzo de 1995 en Vancouver, Canadá, fue relacionado con la contaminación del reservorio de agua de la ciudad por un félido salvaje. En Brasil en 2004 una encuesta epidemiológica relacionó también el consumo de agua no filtrada con infección en estratos socioeconómicos desfavorecidos. Es posible que, como en el caso de Giardia o Cryptosporidium, la cloración no sea suficiente para eliminar el Toxoplasma en aguas tratadas y se requiera la filtración para reducir la transmisión. Estos nuevos datos colocan a la toxoplasmosis como enfermedad de transmisión hídrica lo que puede explicar su gran diseminación y la gran cantidad de casos que no se pueden relacionar con factores de riesgo conocidos.
En un estudio en Colombia[20] se encontró que en las gestantes del Quindío el 25% de los casos con toxoplasmosis en el embarazo se atribuyó a tener gatos menores de 6 meses en la casa, 25% a consumo de carne poco cocida y el tomar agua de bolsa o botella redujo el riesgo en un 50%. Es decir esto sugiere que hasta el 50% de los casos pueden ser debidos en algunas zonas al consumo de agua contaminada. Estos datos indican que la toxoplasmosis transmitida por agua puede estar provocando la mayoría de casos, y por consiguiente, se requieren sistemas de monitoreo para la misma. Las mujeres embarazadas deben evitar consumir carne cruda o mal cocida, lo que incluye embutidos, jamón serrano, chorizo, sushi, entre otras y lavar adecuadamente las verduras y hortalizas, evitar realizar tareas de jardinería o llevarlas a cabo con guantes adecuados, así como tener especial cuidado e higiene de los animales domésticos.
Véase también
• Toxoplasmosis congénita
• Toxoplasma gondii
Referencias
1. ↑ a b Dubey JP, Lindsay DS, Speer CA. Structures of Toxoplasma gondii tachyzoites, bradyzoites, and sporozoites and biology and development of tissue cysts. Clin Microbiol Rev. 1998; 11:267-299 Disponible en la World Wide Web: [1]. ISSN 0893-8512.
2. ↑ a b Farreras Rozman: Medicina Interna, duodécima edición, 1992, ISBN 84-7592-439-5
3. ↑ OTISpregnancy.org – Especialistas en Información de la Organización de Teratología. [2] Último acceso: 26 de octubre de 2007.
4. ↑ J. R. Chesterton and E. S. Perkins. Ocular toxoplasmosis among Negro immigrants in London. Br J Ophthalmol. 1967 September; 51(9): 617–621. [3]
5. ↑ CHACIN-BONILLA, Leonor, SANCHEZ-CHAVEZ, Yulaicy, ESTEVEZ, Jesús et al. Prevalence of human toxoplasmosis in san carlos island, venezuela. INCI. [online]. ago. 2003, vol.28, no.8 [citado 26 octubre de 2007], p.457-462. Disponible en la World Wide Web: [4]. ISSN 0378-1844.
6. ↑ RAMIREZ R., Julia, CHAVEZ V., Amanda, CASAS A., Eva et al. Seroprevalencia de Toxoplasma gondii en alpacas de comunidades de la provincia de Canchis, Cusco. Rev. investig. vet. Perú. [online]. jul./dic 2005, vol.16, no.2 [citado 26 Outubro 2007], p.169-174. Disponível na World Wide Web: [5]. ISSN 1609-9117.
7. ↑ Gómez Marín JE, Castaño JC, Montoya MT. Toxoplasmosis congénita en Colombia: Un problema subestimado de salud pública. Colombia Médica 26: 66-70, 1995 Disponible en la World Wide Web: [6]ISSN 1657-9534.
8. ↑ VAZ, Adelaide José, GUERRA, Elvira Maria, FERRATTO, Luzia Cristina Contim et al. Positive sorology of syphilis, toxoplasmosis and Chagas’ disease in pregnant women on their first visit to State Health Centes in a metropolitan area, Brazil. Rev. Saúde Pública [online]. 1990, vol. 24, no. 5 [citado 2007-10-26], pp. 373-379. Disponible en la World Wide Web: [7]. ISSN 0034-8910.
9. ↑ a b American Academy of Family Physicians (15 de mayo de 2003). «Toxoplasmosis» (en inglés). Consultado el 12 de diciembre de 2009.
10. ↑ a b c d eMedicine.com – Enfermedades infecciosas: Toxoplasmosis. [8] Último acceso: 26 oct 2007.
11. ↑ Dubey JP, Lindsay DS, Speer CA. Structures of Toxoplasma gondii tachyzoites, bradyzoites, and sporozoites and biology and development of tissue cysts. Clin Microbiol Rev. 1998; 11:267-299 Disponible en la World Wide Web: [9]. ISSN 0893-8512.
12. ↑ a b VIDIGAL, Paula Vieira Teixeira, SANTOS, Daniel Vítor Vasconcelos, CASTRO, Flávia Cipriano et al. Prenatal toxoplasmosis diagnosis from amniotic fluid by PCR. Rev. Soc. Bras. Med. Trop. [online]. 2002, vol. 35, no. 1 [cited 2007-10-31], pp. 1-6. Available from: [10]. ISSN 0037-8682.
13. ↑ FACHADO, Alberto, FONTE, Luis, ALBERTI, Esteban et al. Usefulness of the detection of Toxoplasma gondii antigens in AIDS patients. Rev. Inst. Med. trop. S. Paulo [online]. 1994, vol. 36, no. 6 [cited 2007-10-26], pp. 525-529. Available from: [11]. ISSN 0036-4665.
14. ↑ Ponce N, Gómez JE. Estandarización y validación clínica de la prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para diagnostico de toxoplasmosis cerebral en pacientes infectados por el VIH. Infectio 2003; 7: 8-14. Disponible en: [12].
15. ↑ Oscar Velasco-Castrejón, Guadalupe Tenorio y Beatriz Rivas-Sánchez. Diagnóstico diferencial entre toxoplasmosis y leptospirosis de 26 casos mexicanos de uveitis posterior. REV CUBANA MED TROP 2005;57(1):77-8. [13]
16. ↑ Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica. [14]
17. ↑ a b Gómez JE, Ruiz B, Silva P, Beltrán S, Cortés J, Montoya J, Agudelo A. Guía de práctica clínica para toxoplasmosis durante el embarazo y toxoplasmosis congénita en Colombia. Infectio 2007; 11: 129-141. Disponible en la World Wide Web: [15]. ISSN 0123-9392.
18. ↑ aidsMeds.com – Toxoplasmosis. [16] Último acceso 26 oct 2007.
19. ↑ guiaInfantil.com – Diagnóstico y tratamiento de la toxoplasmosis. [17] Último acceso 26 oct 2007.
20. ↑ RAMOS CASTRILLO, AI y TEJADA DE PALACIOS. Síndrome de Stevens-Johnson tras tratamiento por toxoplasmosis ocular. Arch Soc Esp Oftalmol. [online]. 2004, vol. 79, no. 11 [citado 2007-10-27], pp. 569-572. Disponible en: [18]. ISSN 0365-6691.
21. ↑ Gómez JE, Alvarado F, Hernández C, Cuervo S, Saravia J. Tratamiento de la fase aguda de la toxoplasmosis cerebral con Clindamicina-Falcidar (pirimetamina-sulfadoxina) en pacientes infectados por VIH. Infectio 5 (3): 163-169; 2001. Disponible en la World Wide Web: [19]. ISSN 0123-9392.
En respuesta a Lisandro Teixido

Re: la toxoplasmosis felina entre la ignorancia

de Guillermo Páez -
DR. Lisandro/Hans:
les envio un cordial saludo.
Muy completo el artículo.
Solo agregaría que en mi país (México) existe una prueba que se llama TORCH, la T inicial es de toxoplasmosis, se debiera a hacer a las mujeres en edad y situación reproductiva y si los títulos son positivos indicaría que esa mujer ha tenido contacto y por tanto defensas a esta enfermedad.
Lo deseable es que ese sea el resultado, si la mujer en edad y situación reproductiva es negativa se debe de cuidar de las fuentes que cita el artículo. En algunos paises la seropositividad se ha documentado hasta en 60% incluso en mujeres sin gato
Por otro lado, la toxoplasmosis activa ocasiona en la mujer embarazada y sin Ac problemas varios (no soslayables por supuesto), pero NO INFERTILIDAD, que es una creencia muy arraigada.
Las medidas higiénicas (para tranquilidad de las mujeres en general) son recoger las heces con pala y diario, para evitar continuidad en el ciclo de esporulación y tener en el arenero la fase infestante.
En cuanto al gato se ha documentado que si la llegara a padecer es una sola vez en su vida y deja de eliminarla por heces, excepto animales inmunocomprometidos.
por último, los felinos de vida libre o semilibre son parte del problema, pero de ahi a que un gato propio con los cuidados básicos adecuados se conviertan en una fuente de infestación está muy alejado de la realidad, lo cual convierte a la esterilización temprana en una importante medida de precaución adicional.
afectuosamente
Guillermo Páez
En respuesta a Guillermo Páez

Re: la toxoplasmosis felina entre la ignorancia

de Julia Cecilia Lucero Watson -
Buenas noches ante todo, la verdad yo también aclare un poco las dudas con respecto a la toxoplasmosis. Yo soy estudiante de veterinaria y desde que tengo cinco años tengo gatos y fue hasta hace como un año decidí hacerme la prueba de toxoplasmosis y dio positiva, segun lo que me comento la Dra. no es que que padezca la enfermedad activa sino que ya es un proceso crónico, lo que quiere decir que tengo Ac contra toxoplasmosis. Mi pregunta es y reconfirmando lo que han dicho a la hora de quedar embarazada habrá algún riesgo de que el bebe nazca con problemas.? me podrian aclarar esa duda...
En respuesta a hans dieter kausch zapata

Re: la toxoplasmosis felina entre la ignorancia

de Leonardo Mauro -
Hola te envio el folleto de AVMA para los propietarios. Saludos. Leo.
En respuesta a Leonardo Mauro

Re: la toxoplasmosis felina entre la ignorancia

de Roberto Castro -
En una charla que asisti en el Malbran un infectologo dijo(y me quedo grabado para siempre) que el mejor regalo a una adolescente es un gato toxoplasmoso.
Roberto
En respuesta a Roberto Castro

Re: la toxoplasmosis felina entre la ignorancia

de Duro duro -

cautela siempre le digo a la gente, no estoy del todo de acuerdo con respecto al gato con toxo y las personas, que pasara si algun dia esa adolescente contrae una enfermedad que conlleva inmunosupresion????

saludos FRANCO

En respuesta a Duro duro

Re: la toxoplasmosis felina entre la ignorancia

de Leonardo Mauro -
Yo creo que estamos hablando de anticuerpos que indican que el organismo tuvo contacto con el toxoplasma y montó una respuesta inmune protectora y no de una enfermedad en fase de latencia.

Las mujeres negativas al toxoplasma durante el embarazo, son consideradas de alto riesgo para la enfermedad, por lo cual deben extremar los cuidados para evitar el contagio.

Saludos, Leo.
En respuesta a hans dieter kausch zapata

Re: la toxoplasmosis felina entre la ignorancia

de hans dieter kausch zapata -

les agradesco a todos por la informacion y por el compromiso con este tipo de enfermedades que el veterinario en su profecion debe conocer sin importar cual sea su campo de aplicacion, la verdad la informacion me es muy util.

En respuesta a hans dieter kausch zapata

Re: la toxoplasmosis felina entre la ignorancia

de Usuario eliminado -
La toxoplasmosis en nuestra mujeres es debida en màximo porcentaje al consumo de carnes vacunas a medio asar ò tèrmino medio de asado y  a los felinos en mìnimo porcentaje, casì nulo.
En respuesta a Usuario eliminado

Re: la toxoplasmosis felina entre la ignorancia

de Cintia Paterno -

Lisandro muy bueno tu articulo.

Julia si tenes seropositividad no existe ningun riesgo en el caso de que decidas quedar embarazada.

Les cuento mi caso personal, desde los tres años tengo gatos, junte cuanto gato callejero encontre y tuve contacto con gatos de campo que no recibian ningun cuidado.-

Tengo dos hijos, en el primer embarazo el analisis me dio NEGATIVO a toxoplasma, lo que como sabemos es lo mas riesgoso durante la gestacion. Me hacia el analisis mes x medio para controlar que todo estuviera bien x que en el caso de contraerlo tenia que recibir medicacion.

En el segundo embarazo, tambien negativo, lo que por supuesto conlleva a tener presentes las medidas de higiene en jardin, materia fecal de gatos y en los alimentos.

No tuve ningun problema con mis hijos, sigo seronegativa a toxoplasma, en cambio mis hermanas que NUNCA les gustaron los gatos ni tienen, fueron seropositivas a toxoplasma en los analisis durante sus gestaciones.

Le vamos a seguir echando la culpa al gato??

obviamente lo mejor que me podia haber pasado en mis embarazos es ser positiva y quedarme mas tranquila, pero lo que quiero demostrar es que el alto contacto con gatos no es indicio de ser positiva, ahhhh ademas jamas comi carne que este ni un poquito cruda!!

Saludos, Cintia.

En respuesta a Cintia Paterno

Re: la toxoplasmosis felina entre la ignorancia

de Anúzia Cristina Barini Nunes -
Cintia, a mi me encantó su comentario! Creo que el grande problema con la toxoplasmosis sea el desconocimiento, incluso y principalmente por parte de los médicos, que incriminan los pobres gatos. Acá en Brasil los médicos, en general, no entienden las "zoonosis". Otro dia fue al medico porque quiero embarazarme, el pidió lo examen para toxoplasmosis, que resultó negativo y me dijo: "Está tudo bien, puedes se quedar tranquila, su examen dió negativo!"
Cómo puede? No sería hora de orientarme? No, ello solo dijo que estaba todo bien!