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Sobre ética y defensa de la profesión

Sobre ética y defensa de la profesión

de Horacio Vautier -
Número de respuestas: 1

 

 

 

 

Ser veterinario en Bariloche.

 

Actualmente la profesión veterinaria está en primera fila para obtener los objetivos mundiales en materia de salud pública, salud y bienestar animal, investigación científica, producción de alimentos, seguridad alimentaria y reducción de la pobreza, además de su conocida función de médicos de los animales. Con ese marco, durante 2011 la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal), conjuntamente con la FAO (Organización para  la Agricultura y la Alimentación) y la OMS (Organización Mundial de la Salud), establecieron el AÑO INTERNACIONAL VETERINARIO, en conmemoración del 250° aniversario de la fundación de la primera  Escuela de Veterinaria del mundo, en Lyon (Francia).

 

Si quedan dudas sobre el rol de los veterinarios en la salud pública eso se supera fácilmente si repasamos estos datos de la OIE:

 

-          El 60% de los patógenos humanos son de origen animal.

 

-          Un 75% de las enfermedades animales emergentes pueden transmitirse al hombre.

 

-          El 80% de los agentes que pueden usarse con fines de bioterrorismo son patógenos animales.

 

-          Todavía hoy la rabia es causa de muerte, en el mundo, de 55.000 personas por año (la mayoría niños).

 

El reconocimiento internacional alcanzado por la profesión veterinaria no tiene su correlato en Argentina, especialmente en Bariloche. Con solo revisar lo actuado por la Convención  Municipal para la redacción del artículo 190° de la Carta Orgánica y del Concejo Municipal para la sanción de la ordenanza 1931/09, ambos sobre fauna urbana, son pruebas suficientes de tal afirmación. Sobran evidencias sobre los argumentos falaces y los engaños utilizados en los proyectos presentados para sancionar ambas normas.

 

Pero no hay que buscar siempre la paja en el ojo ajeno. En esas normas mencionadas existieron firmas de veterinarios que las avalaban, con los mismos fundamentos y argumentos falaces con que el grupo Dejando Huellas  promovió y presionó a los legisladores para alcanzar sus objetivos. Con el agravante que en la ordenanza 1931/09, en los antecedentes, se incorpora un documento de la médica psiquiatra Marta Dobry, basado en creencias y subjetividades alejadas del conocimiento científico con un neto corte agresivo y descalificador de la profesión veterinaria.

 

Con solo decir que la hoy legisladora Arabela Carreras fue la presidenta de la Convención Municipal y la autora del proyecto de ordenanza facilita cualquier análisis. Arabela Carreras es parte de la herencia política de Alberto Icare que durante su gestión implementó una política de facto para el control de la población canina. Todo el proceso fue coherente: se cedió a la presión del grupo Dejando Huellas, violando la ordenanza vigente y dando crédito a un grupo de personas que hacen del “escrache”, el agravio, los insultos y agresiones de cualquier orden su modus operandi, además de ser los proveedores de los argumentos falaces que sustentan las normas vigentes.

 

Como parece insuficiente el despliegue de tanta  mediocridad para legislar sobre temas vinculados directamente a la salud pública, el proceso de facto iniciado durante el gobierno de Alberto Icare no solo violó sistemáticamente la normativa vigente sino que también aceptó que el grupo Dejando Huellas fuera parte del jurado de un concurso para seleccionar un veterinario cirujano.

 

Refiriéndose a los cuatro veterinarios que concursaron, se lee en el expediente: “Las preguntas de rigor elaboradas a  tales efectos (aportadas por la agrupación Dejando Huellas) fueron calificados de acuerdo a la matriz elaborada, para poder asignar el puntaje definitorio”. Nada más ofensivo y despreciativo para la profesión veterinaria. Como en las otras oportunidades, en este caso se contó con el aval y la permisividad del veterinario Jorge Layana, para ese entonces  Director de Inspección General de la municipalidad.

 

El veterinario que finalmente ganó el concurso fue el mismo que dos meses antes había sido sugerido al intendente Icare para su contratación directa. La nota consta en el expediente y está  firmada por integrantes de grupo Dejando Huellas. Otro hecho que evidencia la falta de seriedad y ecuanimidad.

 

Del expediente de marras se desprenden otras irregularidades, todas vergonzantes. A modo de ejemplo, dentro de las funciones a cumplir por el veterinario a  seleccionar se  menciona: “Servir de canal de interacción entre el municipio y la agrupación Dejando Huellas de la ciudad de San Carlos de Bariloche”. Resulta insostenible este requisito, entre otros, si se tiene en cuenta que Dejando Huellas no tenía personería jurídica. Es redundante aclarar que tampoco tenía, ni tiene,  entidad científica que la sustentara como para evaluar la capacidad de un profesional. Este documento, que es público, está firmado por el arquitecto Eduardo Reddy como Secretario de Control de Gestión, por el veterinario Jorge Layana  como Director de Inspección General y por integrantes del grupo Dejando Huellas, Melina de la Vega y Graciela Froute entre otras.

 

Mientras en el mundo la profesión veterinaria está en el centro de la escena en materia de salud pública, en San Carlos de Bariloche se la soslaya.

 

No es fácil ser veterinario en Bariloche, máxime cuando se debe respetar un código de ética del colegio profesional de la provincia. Describir públicamente el contenido de un documento público donde se involucra a veterinarios que actúan en la administración pública, puede acarrear una sanción para el que lo da a conocer si también es veterinario. No es fácil ser veterinario en Bariloche porque al parecer uno debe renunciar a sus derechos ciudadanos.

 

Si se quiere saber el por qué  de la gran cantidad de perros en las calles de San Carlos de Bariloche, en primera instancia se debería investigar, estudiar, analizar el pasado reciente, los últimos 8 años, y de esa forma saber por qué tenemos esta realidad que nos golpea en la cara todos los días…saber quienes fueron los actores, quienes fueron funcionales al engaño y a tanta improvisación…

 

…porque “quien olvida su historia está condenado repetirla” (Jorge Ruiz de Santayana).

 

 

Horacio Vautier

h.vet@hotmail.com

PUBLICADO EN www.barilochesemanal.com.ar

En respuesta a Horacio Vautier

Re: Sobre ética y defensa de la profesión

de Ana Isabel Porras -

INTERESANTE pues lo mismo sucede en otras partes del mundo.El grupo se llama DEJANDO HUELLAS pero deberían llamarse DIOS LOS CRIA Y ELLOS SE JUNTAN.El modus operandi de  estos grupos siempre lleva las mismas coordenadas.

abrazos.