HOLA AMIGOS: no quiero polemizar, pero me parece que se están confundiendo dos patología diferentes. Si me equivoco me corrigen.
Una cosa son las patologías de los sacos anales (sacos paraanales o sinus paraanalis) y otra son las glándulas circunanales.
Los sacos paraanales se encuentran en todos los carnívoros, con excepción del oso (no se por qué), son dos, uno a cada lado del esfínter anal. Se localizan entre el esfínter interno y externo del ano y tienen un conducto que desemboca en la unión mucocutánea, a cada lado del ano (hacia latero-ventral).
En el perro miden aproximadamente 1cm de diámetro y poseen un corto conducto, bien identificable. Estos sacos, que a menudo se taponan o inflaman en el perro son fácilmente palpables y evacuables, colocando un dedo dentro del ano y el otro por fuera.
Estos sacos están tapizados por una mucosa que contiene gl. sebáceas modificadas (Gl. espiraladas) que se encuentran en mayor número en la porción fúndica del saco. Como todos lo sabemos, su secreción tiene un olorcito bastante desagradable.
El gato tiene también estos sacos, aunque como normalmente no presentan la misma frecuencia de patologías que en el perro pasan generalmente inadvertidas.
Además existen unas pequeñas glándulas anales dentro de la zona columnar y también las glándulas circumanales (mucho mas grandes y numerosas) en la zona mucocutánea.
Estas son en realidad las que producen la patología denominada Fístulas circunanales y no los sacos anales. Claro que estos pueden fistulisarse, pero su extirpación quirúrgica es muy sencilla y nunca deja recidivas, salvo, claro está que hagamos mal la cirugía.
El problema real lo presentan las glándulas circunanales y no los sacos anales.
Bueno, espero haber sido claro.
Un abrazo y perdón por mi aclaración, pero me pareció importante hacer un correcto diagnóstico diferencial.
Tommy